Cairo. Una ciudad de bocinas y caos. Capital y epicentro económico de Egipto, la mayor ciudad del país y del mundo árabe. Fue fundada en el 116 DC por los romanos cuando reconstruyeron una antigua fortaleza persa, en lo que hoy se conoce como Viejo Cairo, ubicado a 19 kilómetros al Norte de lo que fue la antigua Menfis, capital del antiguo Egipto y el motivo del por qué nos encontrábamos allí.
Aterrizamos de noche en el aeropuerto internacional, donde nos esperaba nuestro chofer de la empresa y quien nos acompañaría junto a nuestro guía en estos último días de recorrido por Egipto. Nuestra primera experiencia fue un largo viaje de más de una hora, por un caos inmanejable de bocinazos, infinitos carriles, personas atravesando avenidas y autos que salían de la nada mientras cruzábamos el centro de la ciudad rumbo a nuestro hotel ubicado en el sector de Guiza, muy cercano a las pirámides. Nuestra segunda experiencia, fue haberlas visto por primera vez desde lejos. Unas moles gigantescas, iluminadas de color a esas horas de la noche, que hacían que cualquier construcción a su alrededor pareciese diminuta. Realmente impresionante!
En nuestra estadía de tres días por la capital, nos estaríamos alojando en el hotel Steigenberger Pyramids, al igual que en Luxor. Si bien acá en el Cairo, la calidad de la habitación y el precio no eran tan sorprendentes como en Luxor, el precio pagado superaba todas las expectativas.
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CONOCIENDO EL CAIRO
Nuestra mañana comenzó de una forma poco tradicional. Estábamos aún en plena pandemia Covid y para poder salir de Egipto rumbo a Jordania, necesitábamos hacernos una PCR. Nuestra empresa nos la ofreció tomarla al hotel por la módica suma de 120 US cada uno, lo cual evidentemente rechazamos porque asumimos nos estaban cobrando un sobreprecio ridículo, ya que en nuestra investigación encontramos lugares que las tomaban hasta por 50 US. El problema, fue que después nos enteramos que no todos los laboratorios eran aceptados por Jordania, habiendo un listado de estos, y a última hora optamos por el más económico, un hospital público que cobraba 100 US.
No me arrepiento de haber tomado esa PCR, porque sin dudas fue una experiencia. La próxima vez eso sí, pagaría esos 20 US extras sin dudarlo. Llegamos muy temprano al hospital, y ya había algo de gente en la fila, pero nada terrible. Solo esperamos unos 30 minutos que nos atendiese un funcionario que no hablaba nada de inglés, y que solo después de que se acercase un colega a ayudarlo, logramos hacernos entender. Éramos apenas un puñado de turistas perdidos allí. Nos indicó que solo habían dos opciones de pago; podíamos pagar con alguna tarjeta nacional allí o podíamos ir a pagar en efectivo al banco… si, el banco. Algo así como que acá en Chile te digan que debes ir a pagar al banco Estado, del centro, el día de pago de los sueldos, con infinita más gente, 40 grados y en pleno Covid. Mátate.
Intentábamos entender las indicaciones de a que banco ir, cuando se nos acercó un egipcio que andaba en las mismas y que nos indicó que lo siguiésemos. El banco aún no abría y ya estaba lleno de gente que hacía fila; una para hombres y otra para mujeres lógicamente. Resumidamente, si bien la experiencia de ir a pagar fue caótica y algo lenta, nos permitió vivir un poco la experiencia local. Luego nos devolvimos al hospital, donde ya todo fue extremadamente expedito y nos tomó solo algunos minutos realizarnos el test. Como podrán esperar, en cubículos separados para hombres y para mujeres, ellas todas cubiertas con su velo (niqab).
Luego de nuestra experiencia local, salimos a recorrer un poco las calles de Egipto en el sector dónde estaba el Museo del Cairo (el orginal) y el Opera House, hasta que nos dio la hora para juntarnos con nuestro nuevo guía, quien sería el encargado de llevarnos a la ciudadela de Saladino, el barrio copto y al día siguiente a las pirámides. Otra ventaja de haber tenido este tour privado, es que pudimos solicitar específicamente dejar como el día final la guinda de la torta.
CIUDADELA DE SALADINO
Uno de los imperdibles si visitas El Cairo, es pasar por la Ciudadela de Saladino, patrimonio de la humanidad y donde podrás encontrar varias cosas interesantes para pasar una mañana o tarde completa. La ciudadela fue una fortificación construida en lo alto del monte Mugatam, por encargo del sultán Saladino entre los años 1.176 – 1.183 con el fin de protegerse de los ataques europeos y sus cruzadas en la guerra santa al mundo islámico, siendo sede de gobierno durante casi 700 años.
La ciudadela es enorme, y contiene un palacio, cuatro mezquitas, varios cuarteles y todo el fuerte que la rodea. Probablemente, sea la Mezquita de Muhammad Ali el motivo más frecuente de visita a este sitio y lo que más turistas atrae, dado a su hermosa construcción y la inigualable vista al Cairo que se tiene desde su mirador. La mezquita, también llamada Mezquita de Alabastro, se la conoce por dicho nombre dado al alabrastro con el cual están construidas sus paredes de la planta inferior, una piedra blanca cálcica. Fue erigida por orden de Muhammad Ali, valí (gobernador) de Egipto en 1830 e inspirada en la famosa mezquita azul de Estambul, como recuerdo a su hijo Tusun, caído en combate.
Era un día caluroso, como todos por dicha época en Egipto, y Nicole vestía pantalones y una polera con los hombros descubiertos. Apenas llegamos a la entrada de la mezquita, se le indicó a Nicole como era esperable, que no podía ingresar sin taparse. No tenía nada y solo arrendaban unos paños, a lo cual ella optó por rechazar y quedarse afuera, no por no pagarlo si no porque realmente no era de su gran interés entrar. No sabemos si por pena o por las miradas incómodas de los guardias, pero uno tomó uno de estos paños y rápidamente la hizo entrar sin mucha posibilidad al dialogo.
Adentro todo era calma. A pesar de haber una buena cantidad de turistas, el silencio y la paz eran absolutos, permitiendo sentarte en sus alfombras y disfrutar el escenario de las cúpulas y cientos de adornos y lámparas colgantes. Dentro de esta mezquita, descansa Muhammad Ali en una sepultura de mármol blanco y piedras preciosas.
Contiguo a la mezquita, hay algo poco esperable y que seguro nadie podría pasar por alto. Un reloj francés que no da la hora. Fue por 1830, que el mismo Mohammad Alí, ofreció como regalo al rey de Francia, los dos obeliscos de la entrada del templo de Luxor. Recuerdan en mi paso por Luxor que les conté que faltaba uno? Resulta que en plena guerra contra el imperio Otomano, Egipto necesitaba amistades europeas, y esta fue la forma de llegar a ellas, regalándole ambos obeliscos al rey de Francia, Carlos X. Fue el mismísimo egiptólogo Jean-François Champollion, reconocido por haber descifrado la piedra Rosetta, el elegido para decidir cual llevarse primero. Hoy, pueden verlo erigido en plena plaza de la Concordia, Paris.
En retorno, el sucesor francés Luis Felipe I regaló a Egipto un elegante reloj de cobre, que hasta el día de hoy, nunca dio la hora. Y el segundo obelisco porque sigue aún en Luxor? A pesar de mi investigación, no me queda muy claro que conflicto llevó a que el segundo obelisco nunca se trasladase, pero lo que si está claro, es que Francia no renunció a él recién hasta el año 1981, cuando emitió un comunicado oficial.
Para terminar, disfrutamos de la bella vista al Cairo que se tiene desde la terraza de la mezquita. Las otras mezquitas y el palacio Gawhara desconozco si pueden visitarse sus interiores, dado que nosotros no pasamos por ellos. Tocaba el turno de conocer ahora el barrio Copto.
Puede visitar estas páginas si deseas conocer un poco más sobre:
BARRIO COPTO
El barrio copto es un lugar histórico de Egipto. Se llama realmente Qasr al-Sham, pero se le conoce como Copto, porque aquí es donde viven los cristianos de la ciudad. Hay que recordar que hasta el siglo VII, el país era cristiano, y no fue hasta la conquista árabe que el islam se asentó como la religión oficial. Por eso, a pesar de que antiguamente el término “Copto” hacía referencia a todo habitante de Egipto, post conquista, se le asignó exclusivamente a aquellos que seguían profesando la religión cristiana. El barrio eso sí, está lejos de ser exclusivamente cristiano, y esto se nota en la historia de sus construcciones, que tienen influencias griegas, árabes, egipcias y bizantinas.
El barrio es un laberinto de calles que gracias a nuestro guía pudimos recorrer sin perdernos. Sus principales atractivos son religiosos, siendo la iglesia colgante, uno de los más importantes. Este templo cristiano es el más importante del Cairo, y fue construido sobre una antigua fortaleza Babilonia, debiendo su nombre dado a que literalmente está colgando por sobre las puertas de la antigua fortaleza, lo cual aún se puede ver gracias a que en el suelo hay aberturas de vidrio.
Otra de las paradas en templos cristianos, fue la iglesia de San Sergio y San Baco, que tiene un significado histórico importantísimo, ya que según el Nuevo Testamento, fue acá donde se refugió la familia de Jesús luego de su exilio y persecución. La sinagoga Ben Ezra es otra de las paradas obligatorias del tour. Inicialmente iglesia copta, fue vendida por los cristianos para poder pagar los altos impuestos que les eran cobrados por los gobernantes y así fue comprada por un judío que la transformó en sinagoga. Tiene una importancia religiosa especial, ya que según la tradición judía, fue acá dónde se encontró al bebe Moisés.
BAZAR
Lo que restó de tarde lo pasamos en el famoso e imperdible bazar Khan El Kalili. Un lugar que más que un bazar es historia. Data de 1382, cuando el sultán mameluco Djaharks el-Jlilili construyó este lugar de descanso para los comerciantes de la época, nada más ni nada menos, que sobre las ruinas de un antiguo cementerio Fatimí.
Dejarse perder entre sus pasadizos es probablemente la mejor forma de recorrerlo, entre aromas de incienso, lámparas colgantes y antiguas construcciones mamelucas con grandes arcos y techos abovedados. El caos ronda cada esquina y es parte inherente del lugar, que le dan vida las 24 horas del día, cada día del año. Hay más de 900 tiendas, que venden cualquier cosa que puedas imaginar, desde baratijas de regalo hasta hermosas alfombras persas, pasando por ropa, piedras preciosas, oro, perfumes y muchas otras cosas más. Sin embargo, estas tiendecillas no lo son todo. Los café, donde disfrutar de alguna infusión acompañado de una pipa de agua (shisha) son un clásico frecuentado tanto por locales como por turistas, y algo que me arrepiento no haber experimentado. El más famoso es Fishawi o café de los espejos, cuya historia cuenta que fue abierto en 1769 y desde entonces nunca cerrado, ya que funciona 24/7.
Al frente del bazar, podrán encontrar la mezquita de Hussein y a ciertas horas escucharán de fondo las oraciones por sus parlantes. Si además quieren seguir perdiéndose en un laberinto caótico pero muy pintoresco, pueden ir a meterse al bazar de telas, cruzando la calle.
EL GRAN FINALE: LAS PIRÁMIDES
Habíamos dejado el día de las pirámides como el gran final. Una decisión totalmente pensada y solicitada a nuestra compañía turística, ya que queríamos hacer un cierre magistral de nuestra visita por Egipto. Luego de recorrer tantos increíbles templos, uno pensaría que poco ya te podía sorprender; hoy tocaba demostrar que dicha afirmación estaba lejos de poder ser cierta.
Es difícil hablar de las pirámides sin antes entender que fue Memfis y su importancia en el antiguo Egipto, por lo que brevemente les contaré un poco para que entiendan porque estas pirámides llegaron a ser lo que son. Memfis fue la capital del imperio Antiguo de Egipto, siendo fundada alrededor del 3050 AC por el primer faraón, Menes. Fue centro político, religioso y económico del reino durante cientos de años, ostentando el título de la ciudad más poblada del mundo por casi mil años. Hacia el 2040 AC, el imperio egipcio se descentralizó, y otras ciudades tomaron importancia, dentro de ellas, Tebas, que tomó el poder como capital del imperio Nuevo de Egipto (aquella ciudad que recorrimos por nuestro crucero en el Nilo y dónde se encuentran Luxor y Karnak).
Como toda gran ciudad, poseía sus necrópolis -cementerios- para honrar a sus muertos, siendo las dos más importantes históricamente Saqqara y Guiza. Estos serían los lugares a los cuales viajaríamos para ver las famosas pirámides, antiguas tumbas de faraones y nobles.
SAQQARA
Fue la principal necrópolis de Memphis y se ubica unos 30 kilómetros al Sur del Cairo, en la ribera occidental del Nilo, donde se esconde el sol.
Llegamos a primeras horas de la mañana, cuando el sol aún no mataba. Aún habían pocos turistas y casi que teníamos el lugar para nosotros solos, además de unos camellos por aquí y por allá, más algunos locales que trataban de ofrecernos tours, fotos o collares. Aprovechamos la poca gente y fuimos directamente al plato fuerte, la pirámide escalonada de Zoser, que a primera vista nos dejó boquiabiertos. Sus dimensiones eran colosales y su simetría perfecta, lo que hacía sin dudas cuestionarse como una civilización tan antigua pudo llegar a tal nivel de perfección, y eso sin considerar que lo que hoy veíamos, 4.500 años después, probablemente no hacía justicia a como era realmente en su apogeo.
Tenía 60 metros de altura y fue construida como tumba del faraón Zoser, hacia el año 2630 AC. Se la considera la primera pirámide de Egipto, y fue la más alta y grandiosa durante 100 años, hasta que se construyeron las pirámides de Guiza. Tal dimensión tenía un propósito, que una vez enterrado allí, su faraón Zoser ascendiese por los 6 peldaños para encontrarse con su dios Re, sin tener que ser sometido al tribunal y la balanza de Osiris.
Imhotep fue su creador, sumo sacerdote del faraón. La pirámide nació como un proyecto sucesivo de modificaciones, en las cuales fueron construyéndose mastabas (tumbas rectangulares) para los familiares del faraón. Así, se construyó mastabas sobre mastaba, achicando su tamaño hacia arriba y construyendo la primera pirámide egipcia. Pero no todo estaba sobre la superficie, hacia el subsuelo, intrincados túneles llevaban hacia la cámara funeraria. Dichos pasadizos hoy se pueden recorrer.
Hay dos accesos hacia sus túneles, el posterior está cerrado y es de acceso exclusivo para tours privados. Entiendo que cobran unos 1000 usd por grupo y debe coordinarse con tiempo previo. Según nuestro guía, el acceso por estos túneles es solo para valientes, dado que hay pasadizos muy angostos y otros que se debe avanzar a punta codo. El otro acceso, por el frontis, es el oficial y que está abierto al público por un valor bastante menor (menos de 10 usd). Aprovechamos la oportunidad de que no había ningún turista y no dudamos en ingresar a la pirámide, que está abierta al público recién desde el 2020 tras 14 años de restauraciones. Su pasillo principal es amplio y baja hasta comunicarse con un amplio shaft, donde hacia abajo se logra visualizar la bóveda sarcófaga de granito, no siendo posible llegar hasta allí por esta vía.
Además de la pirámide escalonada, anexo a esta se encuentra varias otras ruinas, entre ellas mastabas y varias pirámides más, no tan magníficas como la principal, pero que se pueden ver a todo alrededor. Una de las cosas interesantes que visitamos, fue el complejo funerario de Sejemjet, ubicado inmediatamente al lado de Zoser, y el cual nunca fue terminado, aunque sus vestigios orientan a que sería una pirámide como su vecina. Lo interesante de este sector, es que al igual que Zoser, se puede ingresar a sus entrañas. La puerta está custodiada por un local, quien por una módica propina te guía con linterna por su interior. Ingresar a esta fue por lejos lo más emocionante que habíamos hecho, ya que fue previo a que supiésemos que podíamos hacer lo mismo en la escalonada, y eran pasadizos bastante poco preparados para el turista, lo cual para mí lo hacía mucho más auténtico.
PIRÁMIDES DE GUIZA
Tras visitar Zoser estábamos en llamas. Había superado con creces cualquier expectativa que pudiésemos tener y ya no sabíamos que esperar de Guiza, a donde nos dirigíamos ahora mismo. Probablemente no existe nadie quien no asocie Egipto con Guiza, que cuando piense en pirámides no imagine estas y no otras pirámides. Y no es por nada. Del complejo de pirámides que hay en Guiza, la de Keops ostentó el título de ser la construcción más alta del mundo por casi 4.000 años y su construcción está rodeada de misterios y teorías que han alimentado libros y películas durante siglos. Eso es algo que cala hondo en el subconsciente de cualquiera.
Nueve son las pirámides que se encuentran en este complejo, sin embargo, solo tres las que más llaman la atención. La gran pirámide, aquella que con sus 147 metros de alto, fue la más alta del mundo por milenios, se construyó por orden del faraón Keops aproximadamente en el año 2550 AC, y se calcula que se usaron 2,3 millones de bloques de piedra, dónde cada uno pesaba en promedio unas 2,5 toneladas, demorando más de 20 años en ser terminada. Solo imagínense la titánica tarea de subir los bloques de su parte superior, lo cual explica por qué existen tantas teorías conspirativas alienígenas en torno a esta construcción. Sus paredes hoy erosionadas, antiguamente estaban cubiertas de blanca piedra caliza, y su parte superior, bañada en oro.
La segunda en tamaño es la pirámide de Kefrén, el hijo de Keops, y fue construida pocos años después, hacia 2520 AC, midiendo 143 metros de alto. Antiguamente a esta se le llamaba la gran pirámide, ya que por efecto visual impresionaba ser la mayor. Hoy en día, efectivamente es la más alta, ya que si bien ambas perdieron altura por la erosión de los bloques superiores, su hermana mayor se achicó más que la de Kefrén. Esta tiene además la peculiaridad, que a diferencia de la de Keops, aún conserva en su cúspide, los bloques de piedra caliza que recubrían la pirámide y que le daban su color blanco y aspecto liso.
La tercera pirámide es la de Micerinos, el hijo de Kefrén. Considerablemente más pequeña que sus vecinas, pero no por eso menos imponente, mide solo 65 metros de altura.
A diferencia de nuestra mañana, dónde llegamos a la pirámide escalonada temprano y con escasa gente, a Guiza llegamos al medio día y rondaba el caos por todos lados. Hasta ahora, aún en plena pandemia, todos los lugares que visitamos nos deleitaron con una tranquilidad envidiable. Guiza era la excepción, lo cual me hacía difícil llegar a dimensionar como hubiese sido en tiempos normales. El complejo es enorme, y aun así había gente, autos y carruajes tirados por caballo en cada rincón.
La dimensiones eran colosales. Si nos había sorprendido Zoser, acá teníamos frente nuestro tres pirámide juntas que cada una superaba la otra, siendo dos de ellas más de doble de alto que la pirámide escalonada. La estrella, lógicamente, era la gran pirámide de Keops, la cual recorrimos. Su cúspide se perdía si no la mirabas desde lejos. Alrededor, vendedores ambulantes, guías y otros personajes no perdían la oportunidad de interceptarte en busca de atención. Todo era bastante caótico la verdad.
En su base se podía dimensionar su estructura, sendos bloques de roca del alto de una persona, apilados uno sobre otros, y a modo de demostración de cómo estaba recubierta en su antigüedad, hay una zona dónde aún se conservan los bloques de revestimiento de blanca piedra caliza pulida, piedras tan bien ajustadas entre ellas, que para ver sus uniones hay que hacerlo desde muy cerca. Este revestimiento con el pasar de los siglos y los sismos, fue desprendiéndose y luego fue utilizado como cantera para darle vida a otras varias construcciones que hoy vemos en el Cairo, dejando así al desnudo las tres pirámides. Solo imagínense estas mega construcciónes ya de por si impresionantes, absolutamente blancas, reflejando el poderoso sol del desierto. Literalmente deslumbraba a cualquiera.
Al igual que Zoser, a la gran pirámide también se puede entrar a sus entrañas. El costo de entrada es algo más caro que la escalonada, unos 25 US, y a diferencia de las otras, su popularidad hace que esté constantemente llena de personas, lo cual nos hizo poco atractiva la oferta, desistiendo de entrar. A cambio, nuestro tiempo lo invertimos en algo mucho mejor.
Una de las paradas tradicionales de cualquier tour es ir al mirador de las pirámides. Un estacionamiento repleto de autos y buses desbordando turistas, donde nos dieron 20 minutos para bajarnos. El escenario estaba lejos de cumplir la más mínima de nuestra expectativas; todo lleno de gente y una vista poco escénica de las pirámides. Por esta razón, decidimos embarcarnos en la aventura de meternos desierto adentro, caminando por la misma dirección que lo hacían los carruajes o camellos que llevaban a los turistas que pagaban por este “up grade”. Sabíamos que abandonábamos a nuestro guía y chofer, por lo cual, usamos los pocos minutos que nos quedaban en el teléfono para avisar que nos atrasaríamos solo… un par de horas. Me sorprendió lo bien que se lo tomaron.
La arena hervía al sol y el viento de tanto en tanto levantaba ráfagas de esta, pero la caminata completamente solos se hacía agradable, y a medida que avanzábamos nos maravillábamos cada vez más con la hermosa y privilegiada vista que teníamos. Los carruajes y camellos habían seguido otra dirección, lo que hacía que estuviésemos completamente solos allí adentrados en el desierto, sobre una loma que nos daba la mejor vista que alguna vez pudimos desear de las pirámides.
Curiosidades de las pirámides de Guiza
- La pirámide de Keops, de 147 metros de altura, ostentó el título de la construcción más alta durante largos 3.800 años.
- La gran pirámide es la más antigua de las 7 maravillas del mundo antiguo, y aún así la única que aún existe. Las otras 6 son; Los jardines colgantes de Babilonia, La estatua de Zeus, El faro de Alejandría, Mausoleo de Halicarnaso, Coloso de Rodas y el Templo de Artemisa.
- Se calcula que para la construcción de la gran pirámide, se utilizaron más de 100.000 hombres.
- A diferencia de lo que se pensaba inicialmente, los obreros de estas pirámides no eran esclavos, si no, trabajadores pagados.
- La cámara funeraria de Keops no ha sido descubierta hasta ahora. En marzo 2023, un equipo internacional de investigación descubrió un nuevo pasadizo oculto, y que creen pudiese ser la clave del misterio.
LA ESFINGE
La esfinge es otro de los íconos del Egipto antiguo y que sin duda casi cualquiera conoce, aunque sea porque la vio en alguna película, documental o historieta de Asterix y Obelix. Se trata de una monumental estructura de 57 metros de largo y 20 de alto, con cuerpo de león y cabeza humana. Esta combinación para los egipcios representaba la mezcla de inteligencia con fuerza.
Construida contiguo a las pirámides de Giza, se especula que habría cumplido una función protectora. Todo apunta a que fue erigida por el año 2500 AC, por orden del faraón Kefrén, como parte del complejo funerario, junto a su pirámide y el templo del valle. Sin embargo, estas son solo especulaciones, ya que a pesar de lo grandiosa de la estructura, no hay ninguna inscripción que de cuenta fidedigna a quién atribuir realmente esta obra.
Antiguamente habría resaltado vivos colores, hoy ya perdidos casi por completo por el pasar de los siglos. Casi, porque al lado de una oreja, los arqueólogos han encontrado aún restos de pintura roja, lo cual confirma que es posible que hubiese resaltado dicho color en su apogeo. Si deseas conocer un poco más de los misterios de la esfinge, puedes leer esta entrada de worldhistroy.org
Con la visita a la esfinge terminaba nuestra visita a los monumentos en ese momento, por lo que volvimos a nuestro hotel a descansar un poco, antes de regresar donde mismo. Si, exactamente dónde mismo, ya que la empresa de tour que contratamos, nos regaló entradas para un show nocturno de luces en las pirámides. El show contaba la historia de las pirámides, mientras se proyectaban imágenes con las pirámides de telón de fondo, que se vió aún más embellecido dado que durante todo el show tuvimos la luna detrás de las pirámides. Un espectáculo bastante bonito y entretenido.
Curiosidades de la Esfinge
- Los materiales de construcción de la Esfinge son diferentes en la cabeza versus el cuerpo, siendo la primera una roca mucho más dura y por lo tanto resistió mejor los fenómenos de la erosión.
- El cuerpo de la esfinge estuvo enterrado por la arena durante siglos, protegiéndolo de la erosión.
- La cabeza de la esfinge es desproporcionadamente pequeña respecto al cuerpo. Una teoría dice que podría haberse re tallado en varias oportunidades, y que la cabeza original no es la que vemos hoy.
- Se plantea que podrían existir algunos pasadizos secretos bajo o al interior de la esfinge, sin embargo, en la actualidad los esfuerzos están puestos en intentar detener la erosión y conservar la esfinge, y no en seguir excavando.
Culminaba magistralmente nuestro viaje por Egipto, habiendo recorrido su Nilo, sus templos y sus rincones del Cairo. Un viaje que nos remontó miles de años atrás y que nos sorprendió en todo momento. Vivimos el antiguo Egipto de una forma diferente y que pocos podrán alguna vez llegar a contar, con una paz y tranquilidad que nunca hubiese esperado y que agradeceremos por siempre. La imagen de aquellos templos coloridos, donde en varias ocasiones fuimos las únicas almas recorriéndolos, quedarán grabadas a fuego en nuestra memoria. El Cairo a su vez, a pesar de su caos, nos regaló imágenes y momentos que siempre soñamos. Ahora, debíamos dar por terminada esta aventura y viajar rumbo a la vecina Jordania.
La aventura aún no terminaba.