Este Bolivia 2.0 nace posterior a mi viaje a este mismo lugar dos meses antes. El éxito que tuvo nuestro primer encuentro con Bolivia y sus montañas me dejó de tal forma maravillado, que no pude si no hacer lo imposible para volver inmediatamente. Mis cordadas Felipe y Francisco esta vez quedaban abajo por trabajo, lo cual me hacía buscar un nuevo compañero de aventura. La búsqueda fue rápida, mucho más de lo que esperaba. Pepa Sermini, amigo de años previos y mi primer instructor en montaña, se sumaba al viaje sin dudarlo un segundo. Por ese entonces él estaba haciendo curriculum para cumplir los requisitos de entrada a la etapa final de Guía UAIGM, y un un par de cumbres técnicas extras no le venían nada de mal. Teniendo ya el aspirantado y habiéndose formado en Bolivia, volver para allá era como un regreso a casa y esta propuesta le vino perfecta. Win win situation.
El tiempo destinado al viaje sería muy similar al previo, dos semanas, lo cual nos daba tiempo suficiente para aclimatarnos -relativamente- y explorar al menos unas 3-4 cumbres. Esta vez eso sí, los objetivos serían bastante más ambiciosos considerando que Pepa conocía la zona muy bien, yo había estado allí hace solo algunas semanas y que el estado físico nos acompañaba a ambos. Apostaríamos por la directa del Pequeño Alpamayo, escurridiza ruta que con este ya sería el “tercer intento”, y lo pongo entre comillas porque los dos previos no alcanzaron a ser intentos siquiera, ya que nunca había logrado hacer que los astros me posicionaran siquiera en su base. El segundo objetivo sería el Condoriri, probablemente la ruta tradicional al Cabeza de Cóndor, y por último, el famoso 6.000 Huayna de Potosí, pero por la variante Francesa, una hermosa pala de 50-60 grados y 400 metros de largo.
Las cartas estaban tiradas.
“Regresad vivos, regresad como amigos llegad a la cumbre. Por este orden”
Roger Baxter-Jones
CONSIDERACIONES – INFO UTILIDAD
Existen muchos detalles logísticos que conviene conocer de antemano. Siendo este ya mi tercer viaje a la cordillera de Bolivia algo he aprendido, por lo que les dejo varios detalles a considerar. Con el fin de no externerme demasiado, toda la info la pueden encontrar en la primera sección de mi bitácora Cordillera Real – Bolivia.
ITINERARIO REALIZADO
DÍA 1: Santiago → La Paz
DÍA 2: La Paz → Laguna Chiar Khota, CB Condoriri
DÍA 3: CB Condoriri → Cumbre Austria → CB Condoriri
DÍA 4: Escalada en Hielo Cascadas Condoriri
DÍA 5: CB Condoriri → Cumbre Austria → CB Condoriri
DÍA 6: Descanso
DÍA 7: CB Condoriri → Intento cumbre Cabeza Condor → CB Condoriri
DÍA 8: CB Condoriri → La Paz
DÍA 9: Descanso
DÍA 10: La Paz → CB Huayna Posotí
DÍA 11: CB Huayna Posotí → Cumbre → La Paz
DÍA 12: La Paz
DÍA 13: La Paz → Santiago
RUTAS TRAZADAS EN GOOGLE EARTH
RELATO DEL VIAJE
VALLE CONDORIRI
Tras nuestra llegada a la Paz y aprovisionamiento por los mercados locales, salimos al día siguiente rumbo a la ya conocida Laguna Chiar-Khota. Esta vez, no reventamos ningún neumático, ni nos perdimos, ni nos dejaron botados. Son las ventajas de ir con el “local” Sermini que tenía buenos contactos. Contratamos un par de mulas que nos llevaron el equipo hasta la laguna, que sorprendentemente nos esperaba con una cantidad de nieve impresionante. Dos meses previo, uno de los grandes problemas había sido que los cerros estaban extremadamente secos. Hoy era todo lo opuesto. Un frente de mal clima había azotado la zona durante toda la semana previa, y las cumbres estaban cargadísimas de nieve, tanto que incluso me arrepentía de no haber llevado los skies.
Nos acomodamos y armamos nuestra carpa, y en eso, nos pillamos con Eduardo Mondragón, chileno amigo de Pepa, también guía de la UIAGM Bolivia y famoso instructor nacional. Andaba con un gran grupo de chilenos haciendo clases. Era como estar en casa con tanto coterráneo dando vuelta.
CERRO AUSTRIA
Como es habitual, o al menos para cualquiera que se baje del avión y suba inmediatamente a la laguna, el Cerro Austria suele ser parada obligada si lo que se quiere es lograr aclimatación, posicionándote a 5320 msnm por un sencillo trekking de solo algunas horas.
Partimos poco antes de las 9 am rumbo al Norte, por la ruta común que lleva al Austria y a Condoriri. Tras una media hora de caminata por el sendero rocoso y con abundante nieve fresca, encontramos la bifurcación, desde donde tomamos la izquierda rumbo al Oeste y avanzamos por un rato más, hasta que la ruta giraba nuevamente al Norte. Aquí comenzamos la ascensión propiamente tal, subiendo por la ladera del cerro Austria, tomando un valle que nos dejaría finalmente en un portezuelo. La ruta, claramente marcada y además ayudada por la visión directa a la cumbre, nos tomó solo una hora más y finalmente allí estábamos en nuestra primera cumbre de aclimatación! 5.300 metros para partir no se sentían nada de mal, ya vendría lo bueno y exigente pronto.
RECOMENDACIONES
- Subir el pico Austria para aclimatar y para ver la ruta al Cabeza de Cóndor.
DISTANCIA: 6,8 kilómetros
DESNIVEL: 674 metros
ALTURA MÁXIMA: 5.347 msnm
TIEMPOS
CB → Cumbre Austria: 3 horas
Cumbre → CB: 1:20 horas
ESCALADA EN HIELO
La inestabilidad climática aún traía sus coletazos y el día que habíamos planeado para intentar la cumbre del Pequeño Alpamayo no pintaba bueno, por lo que decidimos aplazarlo un día. Este día nevado en vez de descansar, lo usaríamos nuevamente en aclimatación activa, mucho mejor que quedarse aburrido en la carpa o no?
Con la calma de quien no hace cumbre, desayunamos lento y luego partimos tomando la misma ruta que al día siguiente usaríamos para llegar al Pequeño, solo que poco antes de ingresar al glaciar nos desviamos hacia la izquierda, donde una buena cascada de hielo nos permitiría entretenernos un rato durante ese día. Fue un buen entrenamiento en lo técnico y lo físico, y sin dudarlo, lo recomiendo 100% como día de aclimatación.
PEQUEÑO ALPAMAYO – RUTA DIRECTA
Y llegó el gran día, la apuesta por esa rutaza que tan esquiva había sido. La primera vez fue en 2017, donde por culpa de una sinusitis ni siquiera logré superar el glaciar inicial. La segunda, este mismo año dos meses previo, el enfermo fue uno de mis amigos. Pero la tercera es la vencida y hoy todo saldría perfecto!
Salimos del campamento a las 3 am y recorrimos la re archi conocida ruta que nos dejaría en el glaciar. Esta vez, a diferencia de la vez pasada en que caminábamos sobre hielo cristal y donde cada paso rechinaba al quebrar el hielo, nos encontramos con el glaciar completamente cubierto de nieve. El avanzar se hacía mucho más pesado y lento, pero aprovechábamos la huella de un grupo que había salido una hora previa, hasta que algo más allá los pasamos y nos tocó abrir a nosotros.
Llegamos a la cumbre del cerro Tarija a las 6:30, recién amaneciendo, desde donde tuvimos nuestra primera visión del Pequeño Alpamayo. Estaba nevado por completo con su ruta directa sin ninguna huella aún, lista y esperando ser escalada. Bajamos hasta su base, mientras el otro grupo seguía por la ruta normal, lo cual dejaba la ruta directa para nosotros solos.
Una de las cosas que suele pasar, es que estas rutas directas desde lejos suelen verse prácticamente imposibles por lo vertical que se visualizan, pero uno aprende que desde abajo todo se ve más fácil. Estando allí, bajo la rimaya inicial, me sentía bastante más tranquilo con la pendiente versus como me sentía cuando había estudiado la ruta viendo las fotos o la impresión inicial que tuve cuando por primera vez vi el cerro.
Armamos una reunión para el primer largo y cruzamos la rimaya. La nieve blanda hacía traicionero este cruce ya que era difícil ver los puentes y no faltó la metida de pata hasta la rodilla. Una vez cruzada, escalamos la pared por largos con reuniones. La acumulación de nieve era enorme, haciendo bastante pesada la ascensión y sobre todo la postura de los seguros, ya que para poner cada tornillo había que cavar un agujero de 40-50 cm, y sin esperar estas condiciones, habíamos llevado menos estacas de las necesarias. Era mi primera vez sobre una ladera con tal pendiente, exposición y largo, y la estaba gozando con tutti.
La ruta la variamos un tanto, y salimos un poco antes al filo, ya que desde abajo en la zona final de la ruta directísima, se veía una aparente fractura de placa. Para la salida, quedamos posicionados justo debajo de una mini cornisa en el filo. No era una cornisa peligrosa, pero si suficientemente grande para hacer que montarse fuese un trabajo importante. Pepa se la jugó y luego de despejar un poco de nieve para poder montarse, se trepó en cuatro patas y luego subí yo. El resto del camino ya era pan comido. A solo unos cientos de metros de la cumbre y con un filo de no mucha pendiente, pronto estuvimos celebrando sobre la cumbre.
DISTANCIA: 4,3 kilómetros
DESNIVEL: 849 metros
ALTURA MÁXIMA: 5.410 msnm (Cumbre P.Alpamayo)
TIEMPO INVERTIDO
- CB → Cerro Tarija: 03:30 horas
- Cerro Tarija → Cumbre P.Alpamayo: 04:45 horas
- Cumbre → CB: 03:20
TOTAL → 12:00 horas (3:00 →15:00)
CABEZA DE CÓNDOR
Tras un día de descanso, volvíamos a las pistas, solo que ahora con un objetivo bastante más codicioso, subir el Cabeza de Cóndor. Este cerro es técnicamente similar a la directísima del Pequeño, pero físicamente más exigente por la lejanía que implica. Muchos optan por hacer un campamento alto, que no sería nuestro caso y lo cual entendería bastante bien tras llegar de vuelta.
Salimos a las 2:30 AM del campamento y tomamos la misma ruta que días previos habíamos usado para el Pico Austria, solo que al poco andar nos bifurcamos hacia la derecha en dirección hacia el glaciar colgante que cae desde el plateau superior de Condoriri. Acá el exceso de nieve blanda y la ausencia de huellas previas, hizo que avanzar fuese en extremo agotador, hasta que estando un poco más alto la consistencia de la nieve mejoró.
Poco antes de llegar a la zona del glaciar colgante, la ruta viraba a la izquierda, enfrentándonos hacia una canaleta oculta desde la vista del campamento. Ya subiendo por acá, descubriría que la canaleta poco tenía de canaleta, y que en realidad era una ladera con abundante acarreo y que serpenteaba entre rocas y gendarmes. La nieve ayudaba a progresar rápido esta zona, mucho más de lo que lo hubiésemos hecho con tierra, y no fue ya hasta bien avanzado que optamos por usar los crampones. En general, esta “canaleta” tiene pocas zonas expuestas, y dependerá de las condiciones de la nieve, ya que son solo un par de pasadas en la zona alta las que pueden requerir mayor cuidado debido al hielo y la exposición a una caída en esta zona. Entiendo que estas zonas incluso tienen chapas para quien a la bajada desee asegurarlas. En nuestro caso tanto la subida como la bajada no presentaron mayores complicaciones ni riesgos.
Llegamos al plateau poco antes del amanecer, con los primeros colores naranjas a la vista. Tras cruzar el glaciar encordados, aunque sin mayor riesgo evidente de grietas, llegamos a la base de la segunda canaleta. Para ese momento, los primeros rayos del sol nos alumbraban y ese frío que calaba comenzó a desaparecer.
Pepa sería el que abriría la ruta de la canaleta, quien la conocía bien y sabía dónde estaba la chapa arriba para asegurar. Medía unos 100 metros, pero los primeros dos tercios de esta los subimos por nieve y no mucha pendiente, probablemente no más de 45 grados. Era el último tercio el que implicaba mayor dificultad, y donde nos detuvimos para organizarnos. Intercambiamos material, mi amigo se llevó las cintas y tornillos, mientras yo ordenaba la cuerda para asegurarlo desde allí.
Pepa empezó a subir por esta maravilla de canaleta mixta mientras yo abajo miraba alucinando dónde estábamos. Había buen hielo donde poner tornillos y no fue necesario asegurar a roca en ningún punto. A mitad de la canaleta lo perdí de vista, pero calculaba que había subido unos 30 metros cuando me gritó “libre”. Arreglé mis cosas y comencé a escalar. Esta fue probablemente una de las rutas que más he disfrutado en Bolivia, incluso más que el Pequeño Alpamayo, ya que a pesar de lo corta que era, era mi primera canaleta mixta que alguna vez subía, y su combinación de hasta 60 grados en hielo y roca hacían que desbordara felicidad trepando. Algunos metros más arriba y después de haber desequipado todos los tornillos de hielo, me reunía con mi cordada en una reunión armada a un bolt en la roca. Y así, ya estábamos en el hermoso filo del Cabeza de Cóndor.
La vista desde arriba era maravillosa y lamento mucho no haber contado más que con mi Gopro en dicho momento, cámara que me dio mil dolores de cabeza porque se congelaba cada 5 minutos. Créanme que la panorámica era inigualable y extremamente aérea y vertiginosa . Nos dimos un tiempo con mi amigo para parar y analizar la ruta. Sabíamos que debíamos recorrer aún un par de horas más el extenso y expuesto filo hasta la cumbre, pero ocurría que las nevadas recientes habían acumulado una cantidad exorbitante de nieve inconsistente en esta zona y además tapado las chapas existentes en la roca, que servían de alternativa a los anclajes en nieve. Yo no sabía bien a lo que iba, y mi amigo estaba con dudas si era seguro seguir. Llegamos al acuerdo de hacer un largo más y evaluar la situación.
Tras haber subido ese largo por el filo y haber llegado arriba, ambos estábamos de acuerdo en que la nieve, al menos en esa zona, era precariamente asegurable. No había mucho más que decir y tras disfrutar la vista una vez más, emprendimos nuestro regreso por donde mismo habíamos subido. La canaleta la rapeleamos desde el bolt y así rápidamente estuvimos en la base del Cabeza de Cóndor. Frente nuestro teníamos la gran explanada del glaciar y más allá se levantaba el Ala izquierda del Condoriri por una ruta sencilla que solo implicaba “subir la loma”, una de 40 grados y con apenas una pequeña rimaya. No fue necesario discutir mucho el tema, aún era temprano y al menos iríamos por el premio de consuelo. Así, cruzamos el glaciar y nos embarcamos en la subida del Ala, lo cual no nos tomó mucho tiempo hasta su cumbre, desde donde teníamos bella vista de nuestro escurridizo Cabeza de Cóndor. Luego bajamos de vuelta al campamento, donde pasaríamos nuestra última noche antes de dejar laguna Chiar Khota, antes de volver nuevamente a la Paz.
DISTANCIA: 8,3 kilómetros
DESNIVEL: 1.008 metros
ALTURA MÁXIMA: 5.663 msnm
TIEMPO INVERTIDO CABEZA CÓNDOR
- CB → Final canaleta 1: 03:00 horas
- Final canaleta 1 → Inicio canaleta 2: 01:15 horas
- Inicio canaleta 2 → Filo : 02:30 horas
TIEMPO INVERTIDO ALA IZQUIERDA
- Base canaleta 2 → Cumbre Ala izquierda: 01:20
- Cumbre Ala izquierda → CB: 3 horas
TOTAL → 13:20 horas (jornada completa, incluido descansos)
HUAYNA DE POTOSÍ – RUTA FRANCESA
Nuestro viaje se dividía en dos etapas. Ya habíamos cumplido la primera parte en el sector de Condoriri y ahora tocaba ascender el famoso Huayna de Potosí, un seis mil que figura como la cumbre más turística y ascendida de todo Bolivia, lo cual hace que al menos para mi, suene como poco atractivo ir a un cerro repleto de gente, salvo por el hecho de que las rutas no turísticas son una maravilla.
Pasó que cuando llegamos a Bolivia, y estando ya en nuestros días de descanso/planificación, mi amigo Pepa comenzó a sentirse realmente mal, probablemente por algo que comimos. Intenté con todo el botiquín para hacerlo sentir mejor, pero no hubo caso, el pobre era un estropajo, y no tuvo más opción que bajarse de la planificación. Siendo apenas una cordada de dos, yo quedaba solo e imposibilitado de realizar la ruta que habíamos propuesto, la ruta Francesa, una hermosa pala de 400 metros y 45-50 grados, calificada en una AD+.
Inicialmente había optado por hacer la ruta normal en solitario ya que era una opción bastante segura. Diariamente subían decenas de turistas que prácticamente dejaban una carretera en la nieve y por ende era improbable que tuviese que encordarme, pero por eso mismo, se me hacía poco sabrosa la ascensión. Así, fue que entre y vuelta y vuelta, salió la opción de que algún aspirante a guía se entusiasmase. Con los contactos de Pepa, comencé a llamar a varios posibles candidatos, hasta que finalmente Benigno Machaca aceptó acompañarme. Se ganaba su luquitas, juntaba curriculum para su aspirantado a guía y yo tenía mi cordada para la ruta francesa, win win situation nuevamente!
Coordinamos el día previo y arreglamos que yo me iría solo hasta el refugio, ya que él trabajaba el día de aproximación y a cambio, subiría de tarde noche para pillarme ya arriba. Me fui confiando plenamente que llegaría, no tenía más opción. Así, partí en un taxi que me dejó en el paso Zongo, donde comienza la ruta y donde está también el Refugio San Calixto. Llegué un poco perdido, sin entender mucho el funcionamiento de todo, ya que esta zona era bastante turística y había multitud de gente con guías. Tras pasear por aquí y por allá, me encontré con Juvenal Condori, uno de los guías locales de la zona, que conocía por Pepa y quien me orientó un poco. Finalmente terminé dentro del refugio, comiendo fruta y tomando coca cola invitado por la misma doña Yola, quien era la administradora del refugio del mismo nombre y al cual me dirigía. Allí pagué los $60 bs por la noche en el refugio, y tras eso, agarré mi mochila y partí caminando desde la no despreciable altura de 4.700 msnm. Gran ganada de altura ya tenía encima.
La ruta estaba atestada de turistas, sin duda, la mayor multitud que había visto alguna vez en una montaña. El sendero inicialmente era bastante plano, pero tras cruzar un valle y luego montarse sobre algunas morrenas comenzaba a ganar altura. Hay un punto bastante fácil de identificar, que es una morrena lateral, la cual se camina por su parte superior, y que tras remontarla completa se baja y se llega a una evidente caseta, donde uno se debe registrar y pagar los $20 bs de derecho de entrada al parque. Desde aquí la ruta ganaba altura vertiginosamente, subiendo por acarreos zigzagueados y llegando hasta aproximadamente 5.150 msnm, donde se ubicaba un conjunto de refugios. El de doña Yola era casi el último, y era una agradable construcción con un amplio comedor y una zona de piezas con cómodos camarotes. Allí me encontré nuevamente con Juvenal y además con el mismo grupo de montañistas que nos pillamos subiendo el Pequeño Alpamayo, por lo que buena compañía no faltó.
Pasó la tarde y llegó la hora que supuestamente debía llegar Benigno. Habíamos acordado que nos encontraríamos a las 20:00 y que apenas comenzase a subir nos comunicaríamos por radio, pero hasta ahora no tenía ninguna noticia. Y así pasaron las 21, 22 y 23. Todos ya se habían acostado esperando el ansiado día de cumbre, pero yo no podía hasta que definiese que hacía. Asumía que no llegaría y me iba a dormir planificando subir solo por la normal? O aguantaba unas horitas más por si acaso? Opté por esperar hasta las 00:00 y ya cuando iba a darme por vencido, sonó la radio, era Benigno y venía ya a poca distancia del refugio. Aleluya!! Habría ascensión. Lo esperé que llegase y planificamos rápidamente hora de salida y equipo, luego a dormir.
DÍA DE ASCENCIÓN
Salimos desde el refugio a las 03:45 am usando inicialmente la misma ruta de ascenso que la ruta normal, pero al poco andar nos desviamos hacia la izquierda rumbo a la evidente pala que se veía incluso desde el refugio mismo en una agradable noche con luna. La primera parte era una carretera gracias a las constantes ascensiones turísticas, pero una vez salimos de la ruta, nos vimos enfrentados a una ruta que no había sido transitada por nadie desde la última nevada, por lo cual íbamos encordados y enterrándonos hasta la rodilla. Toda la sección desde el desvío hasta el pie de pala fue un laberinto de grietas e incluso Benigno en una oportunidad quedo con el pie metido en una. Nos tomó casi 5 horas lograr llegar a la rimaya previa a la pala, y para cuando lo logramos ya eran casi las 9 am.
Cruzamos la rimaya nadando en nieve profunda, pero de forma bastante sencilla gracias a que estaba bien cerrada por la acumulación de nieve. Luego de eso comenzamos la larga ascensión de los 400 metros que nos separaban del filo. Íbamos avanzando asegurando en simultaneo, por una pendiente que alcanzaba los 50 grados y con una vista inigualable de los faldeos del cerro y todo el altiplano. Fueron varias horas de ascensión dificultadas más que nada por la poca consistencia de la nieve recién caída y en varias partes por la profundidad de esta, que hacía compleja la postura de las estacas, siendo la parte más empinada, los últimos 20 metros antes de salir al filo cumbrero.
Una vez en el filo, la cumbre ya estaba allí mismo a unos 50 metros. Se veía la famosa ruta Oeste, una técnica ascensión de 1000 metros de desnivel, calificada como D y con tramos mixtos de hasta 70 grados. En dirección opuesta, la vista hacia la cumbre Norte, donde llega la ruta normal y unida a la cumbre Sur por un escarpado filo que hubiese sido bello panorama de no habernos tomado tanto tiempo la ascensión hasta donde estábamos ahora.
Tras tomarnos la foto de cumbre, bajamos hacia la otra cara de la pala hasta el portezuelo que separaba ambas cumbres, desde donde no nos tomó mucho tiempo tomar la ruta normal y estando allí, ya el descenso hasta el refugio fue pan comido. Como dije, era literalmente una carretera en la nieve. Pasamos al refugio a descansar, comer algo y recoger nuestras cosas, y luego seguimos bajando hasta el paso Zongo, donde Benigno había dejado el auto.
Terminaba así nuestra increíble ascensión al Huayna y que por poco tuve que dar por frustrada. Sin dudas, ascender guiado no era lo que esperaba, sin embargo, estando allí y sin más posibilidades, había sido la mejor decisión de todas y lo disfruté muchísimo. Con esto, terminaba también un viaje más a mi querido Bolivia, un país que viaje a viaje fui aprendiendo a querer, y que se volvería uno de mis destinos favoritos de montañismo. Ese año sin saberlo, sería el último viaje previo a la era covid, y hasta la fecha que escribo esto, aún no he podido volver a visitar esa amada cordillera Real. Tarea pendiente.
COSTOS
– Entrada al parque: $20 bs
– Refugio Doña Yola: $60 bs
– Cordada Benigno Machaca $100 US (+59 1 7330 2839)
DISTANCIA: 10 kilómetros total
DESNIVEL: 1.293 metros
ALTURA MÁXIMA: 6.070 msnm (cumbre Sur)
TIEMPO INVERTIDO
- Inicio → refugio: 01:45 horas
- Refugio → Rimaya (inicio pala): 04:45 horas
- Rimaya →Cumbre Sur : 04:50 horas
- Cumbre Sur → Refugio (ruta normal): 01:25
- TOTAL → 11:15 horas (3:45 → 15:00)
REFERENCIAS
Cerro Austria
Nevado Pequeño Alpamayo
Nevado Condoriri – Cabeza de Cóndor
SITIOS WEB DE INTERES
Un poco de la cordillera
Bolivia Climbing Info → Web con rutas de montañismo de todo bolivia
RUTA GPS
Aquí encontrarán para descargar cada una de las rutas completas en formato GPX.
Pico Austria
Intento Cabeza Cóndor + Ala izquierda
Pequeño Alpamayo (Solo tengo marcada la ruta normal por el filo)
Huayna Potosí
FIN
2 comentarios
Hola, quería saber en que época fuisteis, por esa cantidad de nieve, ya que nosotros iremos en junio.
Y también quería saber que longitud de cuerda es necesario para rapelar la canaleta.
Muchas gracias
Hola Alex,
Fuimos en Agosto, aunque las temporadas son super variables. Esa fecha fue particularmente cargada de nieve.
Usamos cuerda de 60 metros, simple.
Éxito.