Al volcán Choshuenco le tenía puesto el ojo desde que me vine a vivir a Puerto Varas hace unos 5 años. Es un cerro bellísimo, inserto en un sector igualmente hermoso, Panguipulli. Por otras prioridades, aunque principalmente por tiempo, lo había dejado un poco de lado. Tenía el bichito de que ante la posibilidad, agarraría el auto y partiría a subirlo. Me atraía mucho su torreón final, algo técnico, y la posibilidad de randonear esa gigantesca explanada glaciar, que es ruta común junto a su hermano Mocho, ubicado inmediatamente al lado.
Table of Contents
DESCRIPCIÓN
El volcán Choshuenco es un estratovolcán ubicado en la región de los Ríos, cercano a la ciudad de Panguipulli y en conjunto a su compañero Mocho, conforman este complejo llamado Mocho-Choshuenco. Su cumbre más alta no está clara, siendo debate dado diferentes mediciones por GPS, sin embargo, se estima que su altura es de 2.415 msnm, siendo la cumbre Sur la más ascendida y la que se describe en esta bitácora.
CONSEJOS VARIOS
- Si la cantidad de nieve no es excesiva, es muy probable que puedan encontrar algún cordín antiguo en la mitad del torreón, en la parte más vertical. Usarlo cautelosamente y de hacerlo, tratar de desescalar mas que confiar el 100% del peso.
- Anímense a subir la cumbre Norte, mucho menos ascendida!
- Esta cumbre también puede ser ascendida en época estival, cuando las grietas están abiertas y la escalada al torreón se hace sobre la roca.
- El sector es bien conocido por ser un excelente sitio de escalada en hielo durante el verano. Hay buenas grietas para escalar ingresando al glaciar desde la ruta normal, casi al comienzo de este. Esto hace que sea muy cómodo subir en 4×4 hasta la tumba del buey, pasar la noche allí y luego gastar solo 1 hora hasta llegar a las grietas mismas.
- Aparentemente las grietas que se encuentran ingresando al glaciar desde la ruta de Huilo Huilo son muchísimo más grandes y profundas. No conozco esta ruta personalmente.
- El refugio de arriba puede ser usado si se solicitan las llaves de este en CONAF.
VIDEO
RELATO
DÍA 1
La idea nació de mi ya conocido amigo Tomas Van Wersch, quien por ese entonces estaba en modo pandemia tele trabajando en la casa de Matías, amigo de él, a orillas del lago Panguipulli. Que vida, no? Se venía una hermosa ventana climática para el fin de semana y ya con eso no fue necesario nada más. Suspendí el trabajo y partí volando al lago.
Llegué a Panguipulli a medio día. El ambiente era una mezcla entre vacaciones y trabajo aún, y sin complicarme mucho, me instalé a disfrutar del lugar, una hermosa casa a orillas del lago. Recién a media tarde partimos rumbo al parque por el acceso de Enco, aquel que da el camino hacia CONAF, dado que sabíamos de antemano que ingresar por Huilo Huilo no estaba siendo permitido.
La Nieve nos permitió dejar el auto bastante avanzado, y desde allí pudimos calzarnos los skies inmediatamente. Randoneamos por el camino de acceso que daba hacia el refugio de CONAF y tras apenas 45 minutos decidimos que armaríamos campamento, muy cercano a la barrera. Nos planteamos haber ganado más altura, pero hacerlo con el peso extra de las carpas y sacos no tenía mucha lógica. Más valía salir al día siguiente algo más temprano. Así, ubicamos un bellísimo sector nevado entre el bosque e instalamos nuestras tiendas. Al lado nuestro, el mirador al Choshuenco nos sirvió de comedor, que nos regaló un colorido atardecer, tras lo cual volvimos a nuestras carpas para planificar nuestro día siguiente.
DÍA 2
Desperté apaleado y sin ninguna gana de nada. De no ser porque había viajado desde tan lejos, probablemente la opción de quedarme en el saco hubiese sido peligrosamente tentadora. A pesar de ello, logré salir junto a mis compañeros poco antes de las 3 am. Dejamos el bosque para tomar el camino de autos, y ya allí nos fuimos randoneando por la ruta de autos hasta la tumba del buey, ahora completamente cubierta por nieve. Nos tomó unas 3 horas llegar hasta el glaciar mismo, donde ya la jornada tomaba otros aires. A pesar de la oscuridad, se adivinaba claramente el glaciar y las siluestas del Mocho y Choshuenco, lo que revitalizaba cualquier energía gastada hasta entonces.
Era una noche calma sin viento y el único sonido que escuchábamos era el de nuestra pieles rozar contra el hielo. La extensión del plateu del glaciar no es poca, y mientras avanzábamos rumbo a nuestro objetivo, los primeros rayos de sol comenzaron a calentar el día. Dejábamos atrás el Mocho y frente nuestro aparecía el filo del Choshuenco, faltando ya menos.
FOTO CHOSHUENCO
Cuando llegamos al filo era totalmente de día y ya teníamos bastante cerca el torreón final, al cual entre avanzar y desayunar nos tomó un par de horas más llegar hasta él. Era pleno octubre y el sol pegaba con furia a dicha cara. La nieve se volvía poco consistente y nos enterrábamos hasta la rodilla en esa zona, pero era tan cortito el torreón, que no había excusa para no subirlo.
Hicimos un anclaje con uno de los skies y mientras Tomás aseguraba, yo partía nadando por la nieve para alcanzar la parte baja del torreón. Acá la nieve estaba muchísimo mejor, y permitió subir tranquilamente e incluso poner una estaca intermedia bastante segura. La trepada tenía algo unos 65º, con una zona un poco más vertical de 75º dónde habían unas rocas y desde dónde salía un cordín que alguien había abandonado allí. Pocos pasos más allá estaba en el filo cumbrero y gritaba celebrando el éxito, mientras clavaba otro par de estacas más y armaba la reunión para asegurar a mis amigos, quienes subieron volando en pocos minutos y voula, foto de cumbre los tres juntos en ese filo enano, tratando de acomodarnos cada uno para una vertiente para entrar en la foto!
Rapeleamos desde la cumbre hasta la base del torreón, donde agarramos nuevamente nuestros skies y donde comenzó la segunda parte de nuestra aventura; disfrutar la esquiada hasta la carpa. La bajada fue espectacular, un glaciar hermoso esquiado con a inigualable vista del bosque valdiviano de fondo, con esa rica nieve primavera suavecita pero aún no pegote, y sin sacarnos los skies casi hasta llegada la carpa. Había sido un día redondo; el día había estado con un clima perfecto, la nieve óptima, una randoneada hermosa por el glaciar, un trepe al torreón de lo más entretenido y la cumbre con una vista hermosa en 360º a todos los volcanes y lagos de alrededor. No podíamos pedir más, había sido una cumbre perfecta!
TIEMPOS
CB → Refugio Tumba Buey: 2 horas
Refugio → Plateau: 1 horas
Plateau → Filo Choshuenco: 1:40 horas
Filo → Cumbre: 2 horas
Cumbre → Refugio: 00:30 horas
Refugio → CB: 1 hora
TOTAL JORNADA: 10 horas (02:45 → 12:45)
REFERENCIAS
– FIN –