El volcán Puntiagudo es uno de esos íconos de belleza del andinismo chileno, una montaña que no es ajena a ningún montañista que se catalogue como tal. Sus aguzadas líneas verticales, sus escarpadas coliflores de nieve y hielo, y su magnífico contraste blanco por sobre esos eternos bosques verdes, hacen que quien la vea, quede perdidamente enamorado. Nunca olvidaré la primera vez que la tuve en frente, recién llegado a vivir a Puerto Varas el año 2016 y conociendo las típicas atracciones turísticas de la zona. Paseaba por el Lago Todos los Santos y allí estaba su fenomenal cara Sur. Por ese entonces, mi nivel de montaña definitivamente escaseaba para pensar en llegar a su cima, pero me prometí que sería mi meta personal, y así pasaron los años y con ellos se sumaron cumbres y kilómetros a mi curriculum, hasta llegar a sentirme suficientemente seguro para intentarlo. Mi desafío era subirlo yo, no ir de turista a que otro me llevase a la cumbre, y eso sin duda requería trabajo y horas de vuelo. Por ese 2016 tenía ya algo de experiencia en montañas, pero nula en escalada en hielo. Los años pasaron, y con eso vinieron viajes a Bolivia y Perú, experiencias claves que me hicieron aprender muchísimo, y para el 2019 tomé la decisión de que estaba listo. Ese año, sin embargo, la suerte no estuvo muy de mi lado, y las pocas ventanas climáticas que se ajustaban a mi trabajo, hicieron que no pudiese coordinarlas con mis cordadas.
Este 2020 y habiendo quedado con las ganas del 2019, opté por que si existía una ventana climática, cancelaría cuánto fuese necesario para subir. Pediría administrativos, vacaciones, cancelaría el trabajo privado, etc, nada tenía más prioridad. Y así fue. Para finales de agosto se vio venir una inigualable ventana de 5 días excelentes, despejados por completo y apenas con algo de viento. Era la oportunidad. Conversé con Pancho Ojeda, amigo ya conocido de Osorno, y con quien había sido cordada varias veces antes, incluyendo viajes a Perú y Bolivia. Me sumaría a su cordada junto a Raul Torrejón. Como suelen ser estas ventanas de última hora, también a última hora comenzaron los preparativos, mas no había mucho que preocuparse fuera de la comida y armar una mochila ya 100 veces armada. Venía preparándome hace años, lo otro eran detalles.
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DESCRIPCIÓN DEL CERRO
El Puntiagudo es un estratovolcán inactivo ubicado en el cordón Cenizos, cuya última erupción data de 1930. Su cumbre se erige a 2.493 msnm, algo menos de lo que tenía originalmente, ya que tras el terremoto del ’60, este perdió parte de su aguzada cumbre. Su puntiaguda forma, correspondiente a una antigua chimenea en ruinas, se debe a la erosión glacial sobre un manto de basalto oscuro, la roca ígnea más frecuentemente encontrada sobre la corteza terrestre. Sus laderas, de roca descompuesta, lo hacen un cerro poco apetecible sin hielo y nieve, y que hacen entender por qué Federico Reichert en los primeros intentos a este cerro por el año 1912, lo describiese como “Modelo de volcán en ruinas”
HISTORIA
La historia de este cerro no deja de ser interesante. Claramente no hablamos de un Everest o un K2, sin embargo, la ascensión de esta cumbre dejó huellas que hasta el día de hoy son recordadas, tristemente, porque es una historia trágica. Para inicios de 1900, cuando aun poco se conocía de la cordillera patagónica, el volcán puntiagudo representaba una de aquellas respetables cumbres inalcanzadas por su compleja ascensión. Descrito por la Revista Andina en 1945 como “el cerro más enhiesto y empinado de todo el sur de Chile; su abrupta silueta se corta en el azul del cielo como una aguja que horada las nubes”, hacen entender las percepciones de la época y el sacrificio que implicaba intentar ganarle a su cumbre.
Fue en 1912 cuando por vez primera, el alemán Federico Reichert intentase, en tres infructuosas oportunidades, coronar su cumbre. El 8 de septiembre de 1937, por primera vez, dos andinistas lograrían ganarle la batalla al cerro. Se trataba del suizo Herman Hess y el chileno Rodolfo Roth, quienes tras acceder por el Lago Todos lo Santos, lograrían llegar a su cumbre a las 16:00 tras una ardua y expuesta jornada de cumbre. La cumbre, sin embargo, es solo la mitad del camino y por cierto la más fácil. Treinta minutos después, casi terminando el torreón, Rodolfo Roth resbala y se lleva junto con él a su compañero, ambos cayendo por un abismo. De ese accidente solo sobreviviría Herman Hess, quién al día siguiente despertaría de su accidente sin cuerda y sin su amigo. En un estado deplorable, intenta dar con su cordada, mas su búsqueda fue en vano, al igual que las que le siguieron los días siguientes, y no fue hasta recién el año venidero, que encontrarían el cuerpo del difunto Roth entre las sogas, a quien bajarían y luego sepultarían junto a una cruz entre las rocas.
Para esos años, el montañismo no era ni siquiera dimensionable para quienes lo vivimos hoy en día. Las cuerdas eran de cáñamo y se ataban a la cintura, los crampones se acababan de inventar a inicios del siglo XX, los piolets eran aparatosos y extremadamente pesados, y que hablar de las aproximaciones. Solo pensar lo complejo de atravesar esos bosques valdivianos sin caminos me hace desanimarme, y por todo ello, todos estos padres del montañismo tienen mi merecido e incondicional respeto.
COMO LLEGAR
El volcán Puntiagudo se ubica en la X región. Su acceso tradicional actualmente se realiza desde el lago Rupanco, por un sendero bien marcado y excelentemente mantenido gracias al constate trabajo de la gente local. Para detalle exacto de las dos opciones de acceso, les recomiendo visitar AHB, donde podrán encontrar buenas fotos referenciales de este. A grandes rasgos, lo importante es llegar al camino de la rivera Sur del Lago Rupanco (Ruta U-91).
- Un buen punto de referencia, es el cruce de la ruta U-775 con la U-91. En este cruce, un gran cartel indica hacia Puerto Rico, y si el día está despejado, podrán ver al horizonte de la ruta, en dirección Este, el volcán en toda su majestuosidad.
- Desde este cruce hasta el inicio de la “Huella Puntiagudo” son exactamente 42,1 kilómetros.
- Otro punto muy bueno de referencia, es el puente “El Poncho”, ubicado exactamente a 300 metros antes de la tranquera a mano derecha del camino, la cual hay que abrir y luego subir unos 40 metros hasta el inicio del sendero. Dicha subida está en muy mal estado y si no van en 4×4 es mejor dejar el auto abajo para no seguir deteriorando el camino.
CONSIDERACIONES / RECOMENDACIONES
- El acceso es por terrenos privados, por ende, dejar todas las tranqueras cerradas.
- Don Paulino falleció hace ya varios años (por si leen la descripción de AHB) y la encargada del acceso ahora es Yessica (992285322) y Victor Altamirano (985099906). Para poder dejar el auto adentro se debe contactar previamente a unos de ellos y el costo es de $4.000 por el acceso. (info 2024)
- La huella del bosque está bien marcada, pero hay algunas bifurcaciones en la primera parte que pueden hacerte perder la ruta. Atentos en los desvíos e idealmente llevar trackeada la ruta, sobretodo si se realiza de noche o con poca luz.
- No miren en menos el bosque. Es un bosque Valdiviano tupido, e ir con skies es una tarea pesada, especialmente si los árboles están cargados con agua o nieve, ya que uno suele golpearlos y recibir una lluvia encima. Si ha nevado o llovido recientemente, pensad en el bosque tal cual como si les fuese a llover y usen cubre mochilas y bolsas secas. Hace poco me tuve que devolver a 200 mts del CB porque mis calzoncillos y mi saco quedaron empapados.
- La ruta cambia año a año, tanto en dificultad como cantidad de nieve hielo nieve acumulado, así como en equipo necesario. Así como en 2020 no utilicé ningún tornillo, en 2023 la ruta estaba llena de hielo azul y utilicé varios.
- A modo de seguridad y para evitar abandonar material desde la cumbre, recomiendo portar una pala para poder hacer una “seta de nieve” (y ojalá no sea necesario, pero también una cueva de nieve)
- TELEFONÍA: Entel tiene señal intermitente en varios puntos. A la izquierda del morro, en el filo y a pie de vía yo pude captar señal.
- RADIO: La frecuencia de Socorro Andino Los Lagos es: UHF canal 7 Frecuencia 462.7125. Desconozco si utilizan alguna VHF.
EQUIPO ESPECÍFICO RECOMENDADO (ruta neveros o arista Noreste)
- 2 cuerdas 60 metros
- 6 estacas de nieve
- 4-6 tornillos
- Doble piolet técnico
ACTUALIZACIONES / ESTADO RUTA (17 agosto 2024)
- Vegetación Bosque: recientemente despejado. Se puede transitar fácilmente a pie, y si se va con skies se logra avanzar muchísimo más fácil que años previos, aunque está más tapado que en 2023.
- Nieve Bosque: Para la temporada 2024 ha caído poca nieve en el bosque y hasta el 17 agosto al menos, no eran necesario uso de raquetas ni randonne. Nieve comenzaba en el CB.
- Morro (sector campamento base): El invierno 2024 descargó una avalancha de dimensiones colosales por el Este del morro. Osea a la izquierda si se está mirando el Puntiagudo. Esto permite llegar al campamento base se forma MUY sencilla, sin tener que subir y luego bajar el morro.
- Aproximación a la base: Buena cantidad de nieve, nada en especial.
- Ruta Variante Neveros: Palas de nieve de buena calidad. Hielo delicado y algo escaso en el traverse (largo 7). Estaba muy vertical y algo complejo de asegurar. Resto de largos sin dificultades mayores.
- Ruta Arista Noreste: Similar a la variante Neveros. Tercer largo con hielo de buena calidad y sin mayores dificultades.
- Rutas cara Norte: Ruta Simari sin hielo existente. Ruta Canalones Norte con nieve/hielo de mala calidad en la base del primer canalón, abandonamos sin montarnos.
RELATO
Día 1,
Lago Rupanco – Campamento base
Eran las 6:30 AM cuando nos estábamos juntando con Pancho y Raul en la intersección de Puerto Rico. Aún era de noche, pero de camino bordenado el lago, ya podíamos esbozar en la oscuridad la silueta a lo lejos de nuestro objetivo. Para cuando tuvimos todo listo, eran las 08:30 am y comenzaban a llegar otras personas con nuestro mismo plan, atraídos al igual que nosotros por esta ventana climática tan maravillosa.
Nuestras mochilas pesaban horrorosamente. Cargados con comida para 5 días, cuerdas, fierros y los skies con sus botas, era evidente que nos la sufriríamos los primeros kilómetros, pero que más, el beneficio posterior sería inigualable. Nos internamos en un bosque magallánico que se cerraba de golpe y que, si bien tenía una excelente huella, este se esmeraba en hacernos la subida imposible agarrando nuestros skies con sus brazos de quilas y ramas cada vez que podía. Los tres, sin excepción y en más de una oportunidad, quedamos enredados y tuvimos que esperar la ayuda del otro para salir de ese entuerto de ramas, botas y tablas. Nos tomó hora y media llegar a la famosa casa de Don Paulino, después de la inevitable perdida de la huella y haber ido a parar a un cerco que nos dejaba en ningún lado. Allí, en esa explanada de película, paramos a hacer algunos ajustes de las mochilas y aprovechamos de detenernos a disfrutar la increíble vista del lago Rupanco, el volcán Casablanca, Puyehue y atrás nuestro, sobresaliendo de ese interminable verde que cubría todo, el Puntiagudo.
Desde Don Paulino en adelante, el bosque en su gran mayoría no presentaba un gran desnivel, pero si era constante y la huella un poco más amplia, lo que agradecían nuestros eskies. Las lluvias y nevadas de los día pasados habían dejado un sinfín de pozones mezclados con barro y nieve, pero dentro de todo para un sendero sureño, era poca la erosión evidenciada, salvo sectores específicos. Recién en el último tercio del bosque, tuvimos la suficiente nieve como para ponernos las botas y comenzar a randonear. Entretenido? Sin duda alguna. Rápido? Mmm cualquiera con botas o raquetas de seguro lo hacía más expedito, sobretodo al comienzo, ya que la delgada capa de nieve inicial hacía que las piedras y ramas sobresalían por doquier, sin mencionar además lo difícil que se tornaba cualquier bajada por lo complejo de dar los giros o frenar.
A pesar de lo difícil y probablemente más lento de este trayecto, el saldo era positivo y tras un par de horas ya estábamos prontos a salir del bosque, donde apareció nuevamente el Puntiagudo frente nuestro, renovando cualquier energía que pudiese haberse agotado. Tras otro corto trayecto de bosque, salimos de este y llegamos al lecho del río, hito clave que nos indicaba que estamos próximos al campamento. El espectáculo de relieves que había logrado la nieve recién caída era fenomenal y daba gusto poder avanzar con las tablas por allí. No fue mucho más hasta que llegamos al sitio donde decidiríamos hacer campamento, justo a los pies de la conocida loma que divide la aproximación del ataque a cumbre. Allí también acampaba Jorge Rosas, uno de los Puntiagudo Porters, y a quien Pancho ya conocía de antes, por lo que se entabló de entrada una buena vecindad con quién compartir.
De nuestro campamento base, nada que decir, se ganaba los top tens de los mejores sitios para acampar. La vista que teníamos era fenomenal, el lugar bien protegido e inmediatamente a nuestro lado, teníamos una pista de ski envidiable, que los días venideros disfrutaríamos con ganas. Con o sin intento a cumbre, no cabía duda que estar allí se pagaba por si solo.
CONSIDERACIONES DE LA RUTA
El sitio de campamento puede variar, así como tambien la forma de llegar a este. En la siguiente fotografía se muestra en punto rojo el sitio elegido por nosotros para acampar, mientras que en naranja los otros diferentes sitios más frecuentados como campamento. El hito clave a reconocer, es el gran morro (por dónde discurre la linea roja)
- Ruta roja: ruta tradicional descrita en AHB, fácil pero algo agotadora considerando que se debe subir la loma completa para luego volver a bajarla (ya sea el día de cumbre o el día de aproximación).
- Ruta Naranja: NO montarse a la ladera del morro!! Ruta muy expuesta e innecesaria. El invierno 2024 descargó una avalancha de dimensiones colosales por esta vía, lo cual permite llegar al campamento base de forma MUY sencilla, solamente caminando por la nieve (pueden descargar el track para asegurarse). Desconozco si es realizable por el lecho del río sin nieve.
- Ruta Verde: Llevo buscando 2 años esta vía. Se que existe pero no se por dónde se ingresa. Si alguien tiene track, favor contactarme!
TIEMPOS
- Puerto Varas – inicio sendero: 2 horas
- Inicio sendero – don Paulino: 1:00 horas
- Don Paulino – campamento base: 4:00 horas
- TOTAL: 5:00
DISTANCIA: 8,1 kilómetros
DESNIVEL: 790 metros
ALTURA MÁXIMA (CB): 981 msnm
Día 2,
Campamento base
Uno de los detalles sabrosos que no les conté del día previo, era aquello que determinó porque hoy a las 9 am aún estábamos en la carpa y no remontando los largos. Como en todo grupo, siempre hay diferencias de opinión y estas se intensifican aún más cuando dichas opiniones/decisiones implican riesgos. Sabíamos de antemano que las isotermas estarían altas, sobre la cota de los 3.000, sin embargo, habernos encontrado con un grupo que había hecho cumbre el día previo y que nos comentasen que el cerro se estaba derritiendo, solo logró generar inseguridad en el grupo y división de opiniones respecto a si intentarlo o no. Estuvo la posibilidad de dividirnos y que quien quisiese subir, se sumase a la cordada de Jorge Rosas, mas al final del día, primó la opción de cordada y muy a pesar de que se venía un día maravilloso, nadie fue a intentar la cumbre. No negaré que quería mandar a todos a la mierda.
Así, nos despertamos a las 9 am con un magnífico día soleado y completamente despejado. No corría una gota de viento. Había decidido que ese día lo utilizaría para explorar ruta a mi ritmo, por lo cual tras arreglar mis cosas, me despedí y partí rumbo a la base del torreón. Si no lograba hacer la cumbre estos días, al menos recorrería la ruta para conocerla y tener la oportunidad de ver ese imponente torreón final más de cerca.
Opté por ir a investigar la ruta que rodeaba la loma por la izquierda, yéndose por el lecho del río y que anteriormente describí como ruta naranja. Me calcé los skies y bajé hasta el río, por dónde comencé a randonear hacia arriba, rumbo al cajón que se formaba y que poco más allá se cerraba, obligándome a montar sobre la ladera derecha. Había buena nieve y se podía randonear fácil, sin embargo, hubo un solo cruce que estando solo, se me apretó la guata al hacerlo, ya que cualquier caída me dejaría rocas abajo.
De ahí en adelante, tomé la ruta tradicional y me fui por los filos rumbo al torreón. No se podía pedir un mejor día para estar allí. Buen clima, hermosa vista y buenísima nieve. Así estuve unas tres horas, y aún me faltaba fácil otra hora más hasta el torreón. Sopesé las opciones, y considerando que no perdía la fé en que al día siguiente ascenderíamos a la cumbre, decidí dejar el día hasta allí y regresar aún con energías, y antes que la nieve se volviese sopa.
Cuando llegué abajo, Jorge y su amigo ya habían vuelto de la cumbre y me contaron que el cerro bien temprano estaba en excelentes condiciones. Así, cuando llegó Pancho y Raul de vuelta del rando, nos sentamos a cocinar y a conversar nuestras opciones. Todos coincidimos en que al día siguiente había que salir rumbo a la cumbre, y además, extremadamente temprano. Arreglamos todo y para cuando había caído la noche, los tres ya figurábamos metidos en nuestros sacos y listos para el día siguiente.
Día 3,
Campamento base – Cumbre – Campamento Base
Este es de aquellos cerros que se madruga. A las 2 am ya teníamos los skies puestos y salíamos de la carpa rumbo a esa subida que nos tomaría un buen rato , para luego volver a bajar y llegar a los suaves lomajes y filos que nos dejarían a los pies del torreón. Para eso, sin embargo, faltaban aún unas 4 horas de randoneada y caminata. La noche estaba agradable, preocupántemente agradable considerando que necesitábamos el máximo frío posible, pero a pesar de eso, al menos la nieve que pisábamos estaba suficientemente dura, lo cual nos daba buenas esperanzas de encontrar el torreón en adecuadas condiciones.
A las 6:30 am y con las primeras luces del alba, llegábamos a los pies del torreón. Después de 4 años mirándolo de reojo en cada una de mis salidas por la zona, finalmente lo tenía allí de frente. Ya no era tan amenazante como me lo había imaginado tantas veces en mis infinitas ascensiones mentales. Haberme preparado durante todo este tiempo cambiaba mis perspectivas y me daba la tranquilidad que necesitaría para todos los largos, pero confiarse hubiese sido el primer error. Subiría con la tranquilidad de quién sabe lo que hace, pero con el recelo de quien ya ha sido engañado otras veces. La Patagonia es una maldita caprichosa. Paramos, comimos y nos equipamos. Era tiempo de que comenzase la diversión.
Subimos el primer largo en libre, aquel que nos dejaba en la bifurcación de las rutas normales y la variante por la pala. Hasta hoy, no tengo muy claro por qué optamos por dicha ruta, pero supongo que fue un acuerdo intrínseco en base a las condiciones del cerro y la isoterma. Hoy, con la perspectiva de ya haber visto la calidad de nieve de ese día, creo que esa o la ruta normal, a esas horas de la mañana eran igualmente seguras, aunque no así la bajada. En fin, estábamos allí los tres ad portas del inicio de la ruta. Sacamos cuerda, nos encordamos y nos organizamos para la ascensión. Pancho, gran amigo, me dio el honor de abrir ruta. Él ya había estado previamente en la cumbre y me cedió la oportunidad de abrir prácticamente la ruta completa. Me sentía tan en paz en dicho lugar que me daba por pagado solo por el hecho de estar allí. Sorprendentemente, quizás maduré sin darme cuenta, en dicho momento sentía que con o sin cumbre, la experiencia ganada hasta ahora me hacía lo suficientemente feliz como para volver con una sonrisa a mi hogar.
La huella bien marcada por nuestros predecesores facilitaba un avance rápido. No más salir de la bifurcación y haber comenzado el traverse hacia la pala, me di cuenta de la real exposición del cerro. Era la parte fácil, y hacia abajo ya se veía la larga y empinada caída de las faldas del cerro hacia sus pies. Ibamos en simultáneo, eso significaba que yo avanzaba poniendo estacas cada ciertos metros y Pancho que iba último las iba retirando, permitiéndoos avanzar mucho más rápido de lo que hubiese sido asegurando con reuniones, pero algo más arriesgado por el hecho de tener seguros, menos seguros.
Terminó el traverse y la gran pala de nieve se abría frente a mí, mientras atrás perdía de vista a mis amigos al girar y comenzar a ascender. La pendiente ganaba unos 50 grados, pero la buena calidad de la nieve, endurecida durante la helada de la noche, hacía que los piolets y crampones se afirmasen suficientemente bien. A mitad de camino y cuando ya solo me quedaban 2 estacas, ubiqué un sitio de nieve más firme, instalé nuestra primera reunión y comencé a recoger cuerda, llegando primero Raul y luego Pancho, quien venía cargado con los fierros que había recogido.
La siguiente tanda hasta la unión del largo 5 con la ruta normal la hizo Pancho. La pala continuaba con su misma pendiente y por aproximadamente unos 2 largos completos más, girando en su parte final hacia la derecha, montándonos sobre la llamada “nariz”, donde hicimos nuestra segunda reunión. Era una cómoda terraza donde los tres cabíamos sin problemas y desde donde se tenía una maravillosa vista hacia las faldas del cerro, todos los valles circundantes y el lago Rupanco. Aquí nuevamente relevamos y me tocó prepararme para los últimos tres largos hasta la cumbre. Comencé desescalando un pequeño tramo hasta llegar a un traverse de un enorme canalón de 60 grados de pendiente y que tras subirlo me dejó en otra gran terraza, atrás me seguía Raul y cerrando llegó Pancho al poco rato.
Importante! Esta pasada entre el largo 5 y 6 puede ser expuesta a la caída de material. Acá es donde ocurrió el accidente el 2020 y que el involucrado salvó gracias a que desde arriba, lo estaban asegurando con una reunión bien hecha. Por ende, recomiendo o subir muy rápido o realizar un anclaje de verdad si es que creen que la pasada les tomará más tiempo.
Los siguientes largos se ponían mucho más interesantes, ya que visualmente eran bastante más expuestos, y por lo mismo, tenían una vista fenomenal de todo el valle. El primero de esta tanda consistió en otro traverse hacia el Este. Cruzaba gran parte de la cara Norte del cerro, bajo una enorme barrera de coliflores y que hacia abajo tenía una de las mayores exposiciones de la ruta, haciendo de este un tramo bastante aéreo, pero que tras sobrepasarlo se llegaba nuevamente a una zona segura y cómoda para detenerse, la última que tendríamos hasta la cumbre.
El largo final era el honor de los honores. Era el más psicológico, por su pendiente de 70 grados y alta exposición, con una gigantesca caída hacia la base del cerro, mas la buena calidad de la nieve, la adrenalina a full y la ansiedad por llegar a cumbre después de todos esos años observándolo, hicieron que la subida fuese una agradable jugada final. Clac-clac, piolet-piolet. Clac-clac, crampón-crampón. Repite y vuelve a repetir. Sin seguros intermedios, con las ansias de cumplir un sueño y con un buen precipicio atrás, cualquiera sube volando. Cuando asomé la cabeza en la salida del largo, fui recibido con gloriosos vítores por parte de unos amigos que acaban de hacer cumbre minutos previos, y luego salí a la terraza final. Allí estaba, por fin después de años de espera y preparación, lograba por primera vez la cumbre del volcán Puntiagudo! Una grata mezcla de adrenalina, alegría y emoción me llenaban el corazón, lo había logrado. Rápidamente instalé una estaca y comencé a quitar cuerda hasta que abajo apareció Raul, quien pocos minutos después estaba dándose conmigo un abrazo de felicitaciones, también era su primera ascensión. Y al final, llegaba Pancho, triunfal con su tercera ascensión a esta maravillosa cúspide. La cumbre en ese momento era un mar de alegría. Siete personas juntas celebrando la dicha de estar allí, con un magnífico día soleado, sin un ápice de viento y con la majestuosa vista nevada de todo a nuestro alrededor. Podías aburrirte de contar y contar tantos picachos blancos que desde allí se llegaban a divisar.
Nos quedamos allí poco más de una hora, muy a pesar de que sabíamos que cada minuto contaba en nuestra carrera rumbo a la seguridad de la carpa, mas la dicha de estar allí y luego la demora en que bajase el otro grupo primero, atrasó algo más de lo esperado nuestro descenso. A pesar de ello, no superábamos nuestro límite de las 12:00 para retornar, límite que nos habíamos auto impuesto con el objeto de evitar las mayores temperaturas durante nuestra bajada. Rapeleamos los tres primeros largos y luego, por seguridad, decidimos bajar cada uno en libre. Por seguridad en el sentido de que encordados íbamos extremadamente lento, pero claro, un riesgo por otro. La cosa es que debíamos desalojar el torreón con urgencia. La nieve se ponía blanda, los seguros no servían de nada y pronto empezarían los desprendimientos. Osea, había que salir de allí cuanto antes. Bajamos los tres por la misma ruta de ascenso, yo iba primero y llegué abajo un rato antes. Mientras miraba cómo mis dos amigos traverseaban el último largo, una pequeña avalancha se desprendió de poco más arriba y le pasó de frente a Raul, casi cayéndole encima. Un buen susto que por suerte no paso a mayores.
La ruta hasta la carpa la disfrutamos en los skies, un reconfortante premio que nos ahorró una buena caminata de regreso. Abajo, ya en la carpa, nos relajamos con una merecida cena y nos echamos a descansar con la tranquilidad de quién sabe que su misión ha sido cumplida.
TIEMPOS
- Campamento base – base torreón: 4:30 horas
- Base torreón – Largo 5: 2:30 horas
- Largo 5 – cumbre: 1 hora (10:50 cumbre)
- Cumbre – Base torreón: 2 horas (inicio descenso 12:00)
- Base torreón – campamento base: 1:15 horas
- TOTAL: 14 horas
DISTANCIA (CB – cumbre): 4,9 kilómetros x 2
DESNIVEL: 1.512/ -1.512 metros
ALTURA MÁXIMA (Cumbre): 2.493 msnm
Día 4,
Campamento base – Lago Rupanco
Supuestamente nos quedaríamos cinco días en el sector, independiente de qué día hiciésemos cumbre. Esto era con el objeto de poder explorar la zona, ya que fuera del Puntiagudo, hay valles realmente hermosos por este sector, incluyendo otra cumbre digna de ascender, llamada Aleta de tiburón o Puntiagudo chico. Sin embargo, a pesar de nuestro entusiasmo inicial, con cumbre en mano, con un día de haber skiado y con otro día de cruce de bosque y viaje a Puerto Varas aún pendiente, fue unánime la decisión de adelantar nuestro retorno. Ya estábamos pagados.
Este día nos lo tomamos con calma, nada de levantarse temprano ni bajar apresurados. Desayunamos tranquilos y luego aproveché que aún había buena nieve para agarrar mis tablas, randonear hacia lo alto del monte detrás nuestro y hacer el último descenso. La nieve estaba buenísima y la disfruté con ganas, hasta que casi llegando al final, un mal movimiento hizo que saliese rodando y quedase enredado entre unas matas patas pa’rriba.
Luego de la despedida skiando y haber aprendido por infinita vez que uno nunca debe decir “es mi última bajada”, siempre esa cobra un caído, desarmamos campamento y nos pusimos las mochilas para empezar a bajar. Algo de nieve se había derretido, mas la cantidad era tal, que apenas se notaba e incluso pude bajar skiando casi todo el primer tercio de bosque, con uno que otro enredo entre plantas, pero disfrutado al fin y al cabo.
Para cuando llegamos eran las 18:00, casi 4 horas posterior a qué dejamos el campamento. Nuestros pies alegaban el maltrato de la bajada, pero nuestros corazones estaban dichosos de tal experiencia. Era la primera de muchas ascensiones a este colosal campo de juego, de eso no cabían dudas.
TIEMPOS
- Campamento base – Don Paulino: 3:20 horas
- Don Paulino – auto: 30 minutos
- TOTAL: 3:50 horas
DISTANCIA (CB – auto): 8,1 kilómetros
DESNIVEL: – 790 metros
RUTAS
Algo fantástico de este cerro, además del hermoso entorno en el cual está inserto y de sus infinitas posibilidades de expedición por los alrededores, es que de por si el Puntiagudo tiene múltiples opciones de ascensión. Sus intrincadas formas, canaletas y coliflores, hacen que existan variadas rutas, especialmente por la cara Norte. El mérito del trabajo de investigación siguiente, se lo lleva Jorge Rosas, de Puntiagudo Porters, y acá solamente replico lo investigado por él. Cualquier duda referente a las rutas, estoy seguro que él puede orientarlos o guiarlos rumbo a la cumbre.
Arista Noroeste (Ruta normal)
Ruta tradicional y la más frecuentada al día de hoy. Es la que está descrita en andeshandbook, y no hay claridad de cuando ni por quien fue abierta, aunque hay información que data al menos desde los años ’60. En la imagen en Naranjo la ruta descrita, y en fucsia algunas variantes que se pueden realizar (no realizadas por quien escribe).
Ascensión Ruta Normal 2023
Para el invierno 2023, junto a Roberto Mayol y Diego Figueroa, fuimos a ascender por segunda vez la cumbre de este icónico cerro. La ruta elegida en esta oportunidad fue la normal, con el objetivo de poder realizar el Crux (largo 3), desconocido hasta ahora. En este oportunidad, con isoterma muy baja, el hielo era de excelente calidad, y el crux se presentó como una escalada de casi 90 grados y 4-5 metros de altura. El segundo crux, no menor para la mente, es el largo 7 (traverse), ya que en este año presentaba menos nieve acumulada y requirió tener que sobrepasar una canaleta que hubo que desescalar y luego re escalar para cruzar, siendo la exposición y la verticalidad el desafío más importante para la mente.
LARGO 2
LARGO 3 (crux)
LARGO 7 (traverse)
Arista Noreste – Herman Hess / Rudy Roth 1937
Ruta que usaron los primeros ascencionistas para hacer cumbre el 8 de Septiembre de 1937, accediendo desde fundo Puntiagudo en el Lago Todos los Santos, y aproximando por el valle del río Puntiagudo.
Cara Norte Noreste – Zegers / Henríquez / Kohler 2006
Rut abierta en el 2006 por Andrés Zegers, Juan Henríquez y Alex Kohler, y que en su momento ganó el podio del menor tiempo Car-to-Car, con una jornada de 17 horas. Ruta técnicamente difícil especialmente por su escalada de la pared final antes de unir a la ruta tradicional.
VARIANTES
Variante Argentina
Ruta en amarillo. Sin información de quienes fueron los que abrieron ni la fecha exacta. Es una combinación de las rutas de Zegers y Hess, con una variante final en los últimos metros, donde toma la cara Norte y se une a la ruta tradicional. Lo más destacable de esta ruta, es que tuvo dos descensos en ski en 2015 y 2018.
Directa Cara Norte (Marichiweu) – Diego Simari/Udi Karriere/Juan Moyano
En Agosto del 2018, un grupo de Argentinos abre esta vertiginosa ruta por el escudo de roca de la Cara Norte, en un año que se había formado una estética cascada de hielo, por la cual unieron con la ruta de Zegers, y en los metros finales tomaron una variante a la derecha por un espolón, para unirse finalmente a la ruta normal. Técnicamente la ruta más difícil. Abajo tres fotografías del 2018 que Diego Simari me compartió.
Diego Simari la describe;
– Largo 1 (aproximación a la base): 60 metros con pendiente de 70 grados en nieve y resaltes de hielo.
– Largo 2 (cascada): 50 metros. WI 4 con algunos pasos mixtos.
– Largo 3 (cascada): 60 metros hasta la salida de la cascada. WI4+ dado por el crux, en el cuello de botella de la parte superior.
– Rampas de nieve de 40-55 grados (aquella parte que se combina con la ruta Zegers)
– Largo final (previo a unión de la ruta tradicional): 15 metros de escalada por filo de hongos de 70-80 y luego rampas de nieve para unir con la ruta normal.
Variante Neveros Ruta normal
Probablemente la ruta más fácil de todas, dado a su progresión por grandes neveros, saltando el crux del largo 3 de la ruta tradicional. Muy buena ruta de bajada, ya que es más rápida y no requiere rapeles.
Variante canalones cara Norte – Alberto Hurtado / Jorge Rosas
El 23 Julio 2020, Alberto Hurtado junto a Jorge Rosas, abren una bella ascensión por la cara Norte para comunicar hacia la gran pala que lleva a la ruta normal. Se describe en 3 largos, dónde el primero es un WI3 de 40 metros, el segundo un nevero de conexión y el tercero un WI4 de 40 metros.
A considerar, que esta ruta no se forma todos los años. Este agosto 2024, fuimos a intentarla, para encontrarnos con nieve/hielo escasamente asegurables en su base, por lo cual abortamos misión. En la fotografía de abajo, se ve a Alberto Hurtado y Jorge Rosas escalando los primeros largos el año 2020.
TRACKS GPS
- Ruta completa variante neveros ruta normal – (Descargar acá)
- Desvío hacia la cara Norte (acceso ruta canalones Hurtado/Rosas) – (Descargar acá)
- Desvío por la izquierda del morro rumbo al CB – (Descargar acá)
ACCIDENTABILIDAD
Cuando hablamos de cerros técnicos, es difícil que su historia este ajena a accidentes. Personalmente, opino que cerros tan técnicos -dentro de lo razonable obviamente- tienen menos accidentes que otros “fáciles”, ya que su ascensión inevitablemente queda filtrada a la necesidad de tener la experiencia, el equipo y las cordadas acordes para poder realizar su intento. Básicamente, hay un respeto mucho mayor y por ende, mayores precauciones, además de que el mismo flujo de gente es menor. Es cosa de solo ver los números, el volumen de gente que asciende el volcán Osorno todos los años es incomparable al Puntiagudo, y a pesar de ser un cerro no técnico, su accidentabilidad es muchísimo mayor, y de hecho, tiene una de las mayores cantidades de muertos en todo Chile. Eso es por una razón muy sencilla, la gente lo subestima, y ese en gran parte de las veces, es el primero de una seguidilla de errores. Eso aplica para cualquier cerro.
Hice este apartado de accidentabilidad por una razón muy sencilla. Evaluar los accidentes y entender por qué ocurrieron, es una de las formas más efectivas de evitar que vuelvan a ocurrir. Espero no herir sentimientos o señalar a nadie, y lo hago con el máximo respeto que puedo, especialmente considerando que uno de los tres accidentes que evaluaré, tiene fallecidos de por medio. Aprendamos de los errores y evitemos que el próximo accidentado sea uno mismo o su cordada. Enseñemos. Evitemos.
**La información puede variar de la realidad, ya que si bien las fuentes son fidedignas, en no todos los casos, la fuente fue/fueron los involucrados.
Accidente Octubre 2023 – Juan Señoret / Christophe “Tof” Henry
El martes 10 octubre 2023, el francés Christophe Henry (38) y el chileno Juan Señoret (36) se dirigieron al volcán Puntiagudo (2.498 m) con la intención de realizarle un descenso en esquí por su cara norte. El miércoles 11 hicieron cumbre a las 07:22 horas; todo observado desde una arista cercana por quien estaba encargado de registrar la bajada, el también francés Mathurin Vauthier. Un poco después de las 8 de la mañana, Tof y Señoret partieron esquiando; al mismo tiempo, aquel adelante, este detrás. Mientras negociaban los primeros 50 delicados metros (50 grados, con 10 centímetros de nieve ligera sobre nieve dura) se produjo un primer incidente al ser Henry arrastrado un tanto por la nieve desplazada por Señoret. Tras rejuntarse, se movieron en dirección a un paso de 15 metros que pretendían desescalar, momentos en los que Señoret sufrió una caída-resbalón y, con ello, tanto él como Henry se vieron llevados por la nieve, agarrando velocidad por 200 metros y cayendo después por sobre un resalte vertical de 150 metros. Sucesos presenciados por Vauthier, quien a pesar de acceder prontamente a donde los esquiadores yacían, no pudo evitar sus respectivos fallecimientos. Sus cuerpos fueron evacuados por helicóptero a las 18:30 horas de ese mismo miércoles.
Fuente: Extracto de “Recuento de accidentes; parte III” por Rodrigo Fica, continuación de su libro “No me olviden”
Accidente Septiembre 2022 – “Militares”
El 24 de Septiembre de 2022, una cordada de tres integrantes se accidentó en las laderas del volcán. Jorge Jiménez de 29 años y Jaime Callón de 35 años, fallecieron en dicho accidente, siendo el único sobreviviente Eugenio Nilo.
Enmarcado en una ventana climática estrecha, la cordada ascendió a la la cumbre. Estando en los largos finales, y con un descenso algo tardío el volcán se tapó y no supieron por dónde bajar, por lo cual se comunicaron con un colega quien intentó orientarlos. Realizaron un anclaje (se desconoce si tenía back up) desde el 7mo largo y bajó el primero. Cuando estaba rapelando el segundo integrante, el anclaje cedió y cayó junto con las cuerdas. Se infiere del rescate, que posiblemente el segundo habría pasado a arrastrar al primer integrante que rapeló. El tercer integrante quedó sin cuerdas arriba, pero con equipo suficiente para rrefugiarse y pasar dos noches, antes de que pudiesen encontrarlo en aceptables condiciones y poder evacuarlo.
**Información entregada por un integrante del ejercito quien participó activamente del rescate.
Accidente Septiembre 2020 – “El español”
Este accidente le ocurrió a un español. Era un grupo numeroso de montañistas que salieron a adecuada hora del campo base, pero que dado la cantidad de gente, demoró algo más de lo esperado la ascensión, sumado a esto que los días estaban particularmente calurosos. Iban subiendo a las 11:00 el largo 5, la llamada nariz que se rodea por el gran canalón. El español escalaba de segundo, siendo asegurado desde la terraza de arriba con una adecuada reunión. Sin previo aviso, una de las coliflores del tamaño de un bus pequeño, se desprendió y cayó sobre el montañista, quien fue golpeado por esta masa de nieve-hielo con lesiones de poca gravedad, pero suficientes para tener que ser evacuado en un helicóptero privado. A su favor, tuvo que la reunión estuvo adecuadamente montada, lo que resistió el tirón de la caída y el arrastre de la nieve. Además el bloque de nieve no era sólido, y caer se desarmó, lo cual evitó que fuese aplastado.
*Información entregada directamente por el accidentado
Accidente Septiembre 2020 – “El tercer largo”
Este accidente ocurrió el 24 de septiembre del 2020, y estuvieron involucrados dos montañistas que lograron ascender a la cumbre, llegando a esta a las 14:30 aproximadamente. Iniciaron la ascensión tarde para lo alto de las isotermas en dicha fecha. Durante el descenso, estando ya en el largo 3 y rondando las 20:00 horas, se armo un rapel para desescalar el crux de la ruta. Este se armó con una estaca en vertical y sin back-up. Probablemente dado la hora y el calor de dichos días, el anclaje cedió con el descenso del primer montañista, quien cayó y fue a dar a una terraza que lo detuvo, llevándose la única cuerda existente con él. Tuvo la suerte de no caer hacia la cara Sur y además de haber salido ileso de la caída, sin embargo, su cordada sin saber el estado de su amigo y sin tener cuerda, decidió desescalar el largo 3. En la mitad del largo, se le fracturó el hielo y cayó, fracturándose la pierna, y llendo a dar a la misma terraza que su compañero.
Gracias a que llevaban radios y que tenían un grupo de amigos de back-up en el campo base, se pudo dar aviso a la FACH, y tras pasar una noche a la interperie, sometidos a la hipotermia, fueron rescatados desde un helicóptero que los recogió tal como se ve en el video.
*Información entregada por la personal de rescate involucrada y por uno de los accidentados.
Accidente Septiembre 2016 – “Chilenos y Argentinos”
Inserto en un frente general de mal tiempo que en septiembre del 2016 afectaba la zona austral, se pronosticó un período de calma entre el martes 13 y jueves 15, el cual fue aprovechado por varios grupos para intentar el ascenso del Puntiagudo por la ruta normal. En particular, 2 cordadas entraron al cerro el miércoles 14: una constituida por los chilenos Diego Campos (26) y Mauricio Castro (24); la otra por los argentinos Martín Marini (33), Fernando Calabozo (30) y Alun Jones (37).
Tras todos los mencionados llegar al campamento base, al día siguiente Jones se devolvió antes de empezar la escalada propiamente tal, mientras que los restantes (tanto chilenos como argentinos) continuaron e hicieron cumbre. Sin embargo, en la bajada fueron sorprendidos por el mal tiempo, lo que dificultó el descenso y los obligó al final a refugiarse en sendas cuevas de nieve.
Al día siguiente la tormenta no amainó y, como la situación ya se hacía crítica, los involucrados tentaron el regreso. Los chilenos lograron descender un largo más con una cuerda congelada y siguieron hacia abajo en medio de pobre visibilidad, para en algún momento, debido a la sucesión de pequeñas avalanchas que los afectaron, perderse de vista el uno del otro.
Castro buscó infructuosamente a su compañero por el resto del día; hasta que salió del cerro y, siguiendo el curo de un río, pudo sobrellevar la noche en una abandonada choza en medio del bosque, lugar en donde esperó a Campos tanto como pudo, hasta que entendiendo que la situación excedía sus posibilidades, reinició la bajada en la mañana del sábado 17 para dar aviso de lo que había pasado.
Los posteriores procedimientos de rescate se fueron desenvolviendo en la medida que el clima lo permitió, hasta que el domingo 18 los restos mortales de Campos y Marini fueron visualiados (y recuperados); mientras que el de Calabozo apareció casi una semana después de los hechos (el 23 de septiembre).
*Extracto del libro “No me olviden” por Rodrigo Fica, 2020.
Conclusiones de la accidentabilidad
- Ser consciente de tus conocimientos y experiencia. Ser fuerte físicamente o saber escalar no es suficiente, debes saber evaluar situaciones y entender como resolver eventuales problemas.
- Más del 50% de los accidentes en el montañismo (posiblemente cercano al 80%) se producen en la bajada!! Cuando estas cansado, apurado o se te hizo de noche. Llegar a la cumbre no es ni la mitad del trabajo.
- Un porcentaje importante de los accidentes en este cerro, comienzan con una mala toma de decisiones, que frecuentemente se asocian a inexperiencia y subestimación de los potenciales riesgos.
- Es clave conocer como se se desempeñan los integrantes como cordada. La gente frente al estrés no actúa igual. Antes de embarcarse en una misión como el Puntiagudo, es bueno entrenar en ambientes similares pero más seguros (ej. Cerro la Picada, Volcán Osorno) y hacer talleres prácticos de rescate, dónde cada uno tenga claro como actuar frente a los problemas.
- La Patagonia es per se climatológicamente inestable. Buscar ventanas con márgenes aceptables, ya que cualquier imprevisto que atrase un descenso (ej. un sencillo esguince), puede hacer que quedes atrapado en el cerro.
- El terreno en Patagonia es inestable. Con esto me refiero que las condiciones cambian minuto a minuto. La nieve que antes era excelente para estacar, a la hora siguiente puede ser un helado que se derrite.
- El tiempo es oro. Respetar las planificaciones y los horarios tope de llegada a la cumbre. No estirar el reloj más allá de lo acordado previamente. Un factor frecuente de los accidentes, es una llegada a cumbre tardía. A groso modo, mi límite de esta cumbre en general son las 13:00, lo cual implica comenzar caminando a las 02:30 AM.
- Adecuar la ruta a las condiciones climáticas y del terreno. Tener planes B. Si tu ruta de ascenso original tiene riesgo de avalancha, hay malos seguros, etc; se asume el riesgo de accidentarse, se opta por una ruta alternativa o se regresa.
- Acostumbrarse a utilizar dispositivos de comunicación y GPS si se tiene el recurso. Estos no solo te permiten encontrar la ruta en caso de adversidad, si no que además entregar tus coordenadas para un rescate. Esto implica además procurar cuidar las baterías, manteniéndolas en lugares tibios o llevar algún respaldo. NO confiarse nunca del GPS del celular, las baterías fallan, y si lo vas a hacer, siempre lleva contigo un powerbank mediano y bien aislado del frío.
- Hacer avisos de salida y tener un contacto de emergencia que esté realmente pendiente.
- El bosque de noche es traicionero y es fácil perder el rumbo.
- Sobre los rapeles;
– Siempre hacerlos con algún back-up, o al menos los primeros que bajen, para asegurar que el anclaje principal soporta el peso.
– El último debe ser el de menor peso.
– Si es necesario abandonar material por la seguridad del rapel, nunca lo duden.
– Si las condiciones no son las óptimas y no confían en el rapel, desescalen la ruta, usando el rapel solo como back-up, de esta forma, solo transferirán el 100% de su peso al rapel si es absolutamente necesario. - Escalada en simultaneo:
– Varios largos pueden escalarse en libre, otros optan por hacerlo en simultaneo, poniendo estacas entre medio. Procuren que lo que están haciendo, saben hacerlo, ya que una caída en simultaneo, sobre estacas insuficientes o mal instaladas, hará que la cordada completa se vaya abajo.
– NUNCA se debería escalar en simultaneo utilizando UNA sola estaca. - El equipo: Es clave elegir bien que llevarás dentro de la mochila en tu día de cumbre. Esto es lo que personalmente siempre considero en una cumbre compleja;
– Mochila de 50 litros: aunque vaya vacía, protege contra el viento, caída de material y sirve para meterse adentro SOS.
– Kit emergencia noche, que incluye una bolsa vivac ultraliviana, manta metálica emergencia y 2 calienta manos químicos
– Parka de pluma y mitones de pluma
– 2 pares de guante para escalar
– Botiquín
– Radio / GPS ó celular con power banck 10.000 mAh / Inreach ideal (yo no tengo)
– 1 pala por grupo
REFERENCIAS
AGRADECIMIENTOS
- Al Club Andino Universitario, por darme las herramientas para llegar hasta acá.
- Socorro andino, Ejercito y los accidentados, por ayudarme a entender los accidentes.
- Puntiagudo Porters, por mantener el sendero en impecables condiciones y ayudarme con las rutas existentes.
10 comentarios
Con todo respeto, deberías informarte mejor con respecto al accidente de sep de 2016, corroborar tu información, y no suponer. Saludos.
Denisse,
La información que describí acá no son mis suposiciones, si no que lo descrito por integrantes del grupo de rescate. A pesar de ello, en accidentes como estos, siempre habrán cosas que uno no podrá esclarecer. Por tema se sensibilidades, a diferencia de los otros accidentes, aquí no quise contactar a los dos chilenos. Puede que sea un error por mi parte y lo re-evaluaré. Editaré la información tratando de ser lo más objetivo dentro de lo posible y espero que se entienda el fondo de esto. Si alguien puede aprender de los accidentes ocurridos antaño y evitar un nuevo accidente gracias a eso, poder describirlos y educar me parece un gran aporte a todos.
Sinceramente gracias por tu comentario.
Que power! Vivo frente al volcan, toda la vida lo he amado y es un gran sueño poder algún día subirlo. Lastimosamente no tengo conocimiento de escalar en hielo, espero tener la oportunidad de practicar y poder cumplir con esta utopía.
Me encantó tu relato y divirtió, más cuando hay un amigo que está incerto en la historia (pancho)
Me alegro que te gustase el relato =)
Creo que si es un sueño, siempre se pueden buscar alternativas. Conoces guías muy serios que con gusto podrían ayudarte a cumplirlo. Si deseas más info, escribeme por el instagram y te paso los contactos! (IG: bitacorasdeviaje.cl)
Camilo algun correo donde te pueda hacer unas consultas? Gracias.
Hola Antonio,
Puedes escribirme por el instagram, bitacorasdeviaje.cl
Saludos!
gracias por tan espectacular descripción y tantos datos sobre este maravilloso volcán, en febrero pienso hacer el base de este, espero algún día poder escalarlo.
Gracias a ti Sebastian por darte el tiempo de comentar =)
Siempre es un buen incentivo para seguir haciendo relatos como este!
Si algún día deseas subirlo y necesitas algún buen guía, feliz de recomendarte algunos de la zona que son de mi total confianza, solo escribeme por el instagram (@bitacorasdeviaje.cl)
Hola Camilo el 7 de febrero logre llegar al mirador del volcán en su filo con una vista hermosa al tronador y el resto de montañas, agradecerte nuevamente por toda la información la cual sirvió de mucho, sumando a que si alguien lee esto le recomiendo de igual forma la información que se encuentra en wikiexplora y mi ruta en suda: seba_bustamantev
me alegro mucho! Próxima meta es ir en invierno… ahí si que te flipará la vista que tienes !!