Este llamativo torreón de roca ubicado en el Paso Cardenal Samoré, alcanza una altura de 2.027 msnm y no es nada más ni nada menos que los vestigios de un extinto volcán del periodo pleistocénico hace unos 2-3 millones años atrás. Su torreón de roca que emerge, es la antigua chimenea del volcán, expuesta por la erosión del cono volcánico con el pasar de los siglos.
Es un hito fronterizo entre Chile/Argentina, y se ubica en las tierras intermedias entre ambas fronteras del paso, en los parques nacionales Puyehue (Chile) y Nahuelhuapi (Argentina), estando a poca distancia de la carretera misma y siendo visible desde varios puntos de esta, invitándonos a recorrer sus laderas. El lugar en sí, es atractivo incluso sin las intenciones de la cumbre, ya que es un lugar particularmente bello en invierno, siendo ideal para hacer ski de travesía y exploración, o incluso para hacer un sencillo trekking con raquetas de nieve por el día hasta su base.
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LA IDEA
Quienes me conocen, saben que nunca había sido muy amigo de la roca. El montañismo y la escalada en hielo me vienen de maravilla, pero lo roca siempre le había hecho el quite. No me llamaba la atención y le tenía bastante respeto. Hasta que me vi con la necesidad de trabajar esta disciplina en pro de mejorar las otras, y resultó ser que después de todo, escalar en roca no era ni tan fome ni tan terrible. Hace poco tomé cursos de escalada tradicional y me armé con el equipo, y ahora lo que restaba era comenzar a poner en práctica lo aprendido. Así fue como un guía amigo me habló del Cerro Pantojo y su posibilidad de ascensión en verano, presentándose como un cerro relativamente sencillo de realizar y una buena instancia de práctica.
Ya conocía perfecto de que cerro estábamos hablando, ya que mi amigo y cordada de montaña Diego Figueroa venía rayando con subirlo en invernal desde hace un par de temporadas. A pesar de esto, poco detalle sabía de la ruta, ya que al parecer no es muy frecuentado dado a ser un cerro logísticamente complejo de acceder y con fama de desarmarse en verano y ser poco asegurable en invierno.
En fin, a pesar de los prejuicios que tenía y la poca información, ya se me había metido el bichito de conocerlo. Ir en verano nos daría la oportunidad de conocer el terreno, la dificultad y los anclajes existentes en caso de querer luego intentarlo en invernal, por lo cual se lo planteé a mi amigo. Literalmente su respuesta fue “vamos el Lunes!!”. Ya con el entusiasmo y la idea implantada en nuestras cabezas, terminamos de armar la cordada de tres; la tercera integrante sería Nicole Flores, mi pareja y fiel cordada de escalada en roca, quien estaba en ese momento en el proceso de aprendizaje de multilargos y rapel. O sea, qué mejor experiencia para los tres!!
Había objetivo, había equipo, había ganas y lo más importante, teníamos ventana climática! Ahora solo restaba ir.
COMO LLEGAR
Desde Chile, dirigirse rumbo al paso Cardenál Samoré, ubicado en la región de Los Lagos. Cruzar la frontera chilena y avanzar 25,5 kilómetros hasta el estacionamiento. Se cruza primero el hito del límite internacional y al poco andar nos encontraremos con el puente del río Pantojo. Exactamente en este punto y a mano izquierda, se encuentra el estacionamiento de las cascadas Dora y Santa Ana, ya en terrenos del Parque Nacional Nahuel Huapi, Argentina.
Se puede estacionar aquí, aunque la leyenda cuenta que si gendarmería argentina lo pilla en sus rondas, podría remolcarlo. Otra alternativa es estacionar justo en el hito fronterizo por el lado chileno y caminar o hacer dedo hasta el inicio del sendero (3,6 km).
El acceso al cerro administrativamente es complejo, dado que hay que cruzar una frontera pero no cruzar la otra y como si fuese poco, pernoctar en un límite internacional, lo cual te deja en un limbo político/administrativo que a ningún funcionario le gustará resolver. La mayor complejidad de aventurarte en este cerro, no será probablemente el cerro en sí, si no, lograr administrativamente que te dejen ascenderlo, o tomar la decisión de no avisar.
Algunas consideraciones a Marzo 2023, para que puedas decidir por ti mismo:
- Según información de PDI paso fronterizo, para acceder al sector se debe solicitar autorización a CONAF Anticura, ubicado 5 kilómetros antes del paso fronterizo, quienes emitirán una resolución sí autorizan.
- Según información de Carabineros Paso Fronterizo (+56 64 266 4141), CONAF tiene cerrado el acceso al sector por “derrumbes”.
- Se intentó contactar durante varias semanas y en diferentes días/horarios a CONAF, pero no contestan teléfonos registrados en su web.
- El acceso al cerro descrito acá está por territorio Argentino en su totalidad, NO Chileno.
- Según palabras del mismo encargado de PDI del paso, constitucionalmente no se le puede negar la salida a ningún chileno que cumpla los requisitos para salir del país. Pueden existir multas en caso de no dar aviso.
- Desconozco los mecanismos para acceder formalmente al parque Nahuel Huapi, aunque por información de guías Argentinos, tampoco permiten pernoctar.
- He escuchado que si gendarmería encuentra autos en la frontera por la noche en sus rondas, podría remolcarlo. Desconozco si este información es verídica.
Otras consideraciones respectos a los horarios:
- La aduana chilena cierra a 19:00. Significa que hasta esa hora se puede ingresar a la aduana para cruzar rumbo a Argentina.
- Viniendo desde Argentina, el acceso a la aduana chilena está definida por la última patente que cruzo la aduana Argentina. Eso significa que si estás retornando, y ves pasar a algún auto particular, podrás pasar tu también.
**Los camiones tienen un horario extendido. - Según la página de la aduana Argentina, el ingreso a la aduana de vehículos particulares es hasta las 17:00.
- Corroborar previamente los horarios en más de una fuente, e idealmente llamar. Al momento de escribir esto, las webs no estaban actualizadas correctamente.
- Corroborar los requisitos para cruzar la frontera. Recordar que si el auto no está a nombre del conductor, se requiere poder notarial.
- Considerando que es complejo abandonar el auto en mitad del límite internacional, ya sea por la legalidad de esto o por el simple hecho de tener que dejar el automóvil abandonado y expuesto a eventuales robos, una opción sencilla aunque incierta, es hacer la aduana, cruzar caminando y luego hacer autostop posterior al pórtico de salida. Entiendo que no podría hacerse antes del pórtico de salida, ya que en este verifican la cantidad de integrantes en el vehículo y debe coincidir con lo declarado al ingreso, aunque se podría intentar y entregar los papeles de ustedes en conjunto con los del auto que los lleve.
Esta es solo una idea que se me ocurrió y desconozco que tan efectiva y realizable será, por lo cual de intentarla, sugiero llegar temprano y tener de todas formas la opción B de cruzar con vuestro propio vehículo.
Nuestra experiencia:
Como responsables ciudadanos que somos, al momento de pasar por PDI indicamos que iríamos al sector del Pantojo. Se nos solicitó que conversásemos con el encargado, quién nos recomendó que fuésemos a CONAF a solicitar la resolución, pero que legalmente ellos no podían negarnos la salida si íbamos a Argentina. Así que por un rato nos arrepentimos de ir a escalar y decidimos ir a comer a Bariloche, solo que justo justo cuando íbamos pasando al lado del Pantojo, nos arrepentimos, estacionamos allí y se nos acabó la batería del auto. Mira la mala suerte de nosotros. No nos quedó más opción que subir el Pantojo y regresar al día siguiente a Chile. Al regreso, no tuvimos absolutamente ningún problema para ingresar y nadie nos cuestionó nada.
Claramente, el acceso es complejo y no puedo recomendarles que corran el mismo riesgo que nosotros, sin embargo, les comparto la experiencia y lo que sé hasta ahora, para que la decisión la tomen ustedes mismos.
Hoy, si alguien me preguntase que le recomiendo, es hacer la subida por el día. Durmiendo en aduana y pasando a primera hora. La peor de las situaciones, sería llegar después del cierre de aduana al regreso y dormir a orillas del auto, pero evitándose cualquier mal rato con la policía Argentina.
APROXIMACIÓN
Desde el estacionamiento de las cascadas nos devolvimos rumbo a Chile caminando unos metros hasta cruzar de vuelta el puente del río Pantajo. Inmediatamente pasado el puente y el río, vimos que por la vereda Sur se abría la ruta de acceso dentro del bosque con árboles identificados con puntos rojos. La huella, algo difuminada pero fácil de seguir gracias a las marcas, discurría por un bosque de Lengas y Ñirres poco denso y que permitía un fácil avanzar por terrenos de poca pendiente. De tanto en tanto, perdíamos de vista las borrosas y antiguas marcas en los árboles, pero con la ayuda del track o buscando aquí y allá, dábamos nuevamente con la ruta.
Tras 3,4 kilómetros y un poco más de una hora de caminata por bosque fácil, salimos de este (waypoint) y nos encontramos con la panorámica del cerro en toda su magnitud. Onduladas laderas de ceniza volcánica contrastaban con los pequeños valles verdes que formaban varios lechos de riachuelos, y sobre esto, se erigía un gran picacho de roca vertical, nuestra anhelada cumbre.
Recorrer estas laderas nos tomó otros 3 kilómetros más y casi el mismo tiempo que nos había pedido el bosque. Sorprendentemente, nos encontramos con un terreno bastante amigable de caminar, sobre ceniza volcánica que era lo suficientemente firme para no enterrarse, pero tampoco tan dura para resbalarse. Las pendientes, en todo momento suaves, también ayudaban. En nuestro recorrido y búsqueda de campamento, fuimos ascendiendo con la intención de acercarnos lo máximo posible a la base del torreón, pero siempre con el objetivo de tener agua cerca. A pesar de no haber absolutamente nada de nieve, el río Pantojo tenía un buen caudal, el cual cruzamos al poco salir del bosque sin ninguna dificultad. Nos fuimos siguiendo algunos pequeños cursos de agua que desaguaban en este río, y así dimos finalmente con un bello mini valle donde se formaba un riachuelo y donde había una buena planicie para instalar nuestro vivac a 1.630 msnm. La vista era de lo mejor, a solo unos cientos de metros del morro de roca del Pantojo y viendo su vertiginosa cara Norte.
CONSIDERACIONES DEL TRAYECTO
- Con días de muy mala visibilidad, es ideal tener el track o conocer la ruta, ya que fuera del bosque no existe ruta marcada y puede ser engorroso llegar a la base del cerro. Hay abundantes vallecitos que uno debe ir esquivando para evitar subir y bajar constantemente.
- Por las tardes suele correr bastante viento y no es infrecuente observar el morro tapado en nubes. Buscar un sitio de campamento protegido en lo posible.
- Si se vivaquea, puede ser buena idea llevar funda vivac, ya que la frecuente presencia de nubes en el morro, hace de la zona bastante húmeda por las noches.
- Se optó por elegir acceder desde la cara Norte, dado que los causes de río impresionaban comenzar desde más arriba por esta cara. Rodear el morro hasta el canalón Suroeste es un trayecto corto y poco significativo, a pesar de estar casi exactamente del lado contrario. Se desconoce el terreno de posibles campamentos por las otras caras.
RESUMEN TRAYECTO
Dificultad: Fácil
Marcaje: Abundante marcaje en el bosque. Ruta obvia fuera del bosque, siempre y cuando se vea el morro del Pantojo. Sin monolitos.
Agua (Marzo 2023): Solo al ingreso al bosque en el camino, luego no disponible en el bosque. Varios cursos de agua en las laderas volcánicas del cerro.
Distancia: 6,5 kilómetros
Tiempo: 2:30 horas
ASCENSIÓN
Tras una noche algo helada, extremadamente húmeda y con una brillante luna que parecía tal foco led, despertamos bastante repuestos (jajaja en serio!..bueno… al menos yo XD). Teníamos planificado estar tres días allí, por lo cual nos despertamos y desayunamos con la calma de saber que dicho día solo debe ir a la cumbre y volver donde mismo. A las 9 AM estábamos ya en el pie de vía, tras haber ascendido unos fáciles 180 metros de desnivel y haber rodeado el morro por su cara Oeste hasta encontrar el canalón central Suroeste. El inicio de la vía era bastante obvio, ya que no hay otro canalón así de amplio y tumbado fuera de este, y además frente a dudas, está marcado por un monolito.
Desarmamos las mochilas y nos equipamos. Nuestra fuente de información eran relatos que tenían más de 10 años de antigüedad y hasta ese momento, sabíamos que solo habían 3 chapas en toda la ruta, por lo que además de un rack completo, llevábamos bastante cordín para rapeles e incluso un par de clavos.
Sabíamos que los primeros 100 metros eran bastante fáciles y por ende podían hacerse en simultaneo, por lo que nos encordamos a poca distancia y comencé a escalar liderando yo. Efectivamente, la pendiente era muy poca al comienzo, la roca era bastante firme y no se desprendía, aunque con pocos sitios para asegurar en tradicional. A los pocos metros apareció la primera chapa, oxidada y aneja, pero aparentemente segura. Imaginaba que sería la del último rapel, sin embargo, unos 10 metros más allá encontré una reunión relucientemente nueva y poco más allá otra oxidada y antigua. Claramente, lo que habíamos leído en el relato no era ni la mitad cierto en cuanto al equipamiento.
Continuamos escalando los primero 2 largos completos en simultaneo, y ya en la reunión para comenzar el tercero, nos juntamos los tres. Acá ya se adivinaba perfectamente el canalón por el cual íbamos ascendiendo, el cual tenía una pendiente de no más de 50-60°. Para el tercer largo, nuevamente escalé yo de primero, siendo mínimamente más complejo que la escalada anterior, pero aún un 5.7 fácil y donde habían chapas cada unos 10 metros, haciendo que la necesidad de utilizar el rack fuese casi nula. Ya desde acá, la roca cambiaba notoriamente de color y de firmeza, siendo necesario ser mucho más delicado, ya que habían varias que estaban sueltas.
En el cuarto largo relevamos con Diego, y abrió él. Un poco parecido en dificultad que el previo, pero no encontramos las chapas de subida, por ende se fue utilizando parte del rack. En el quinto largo, volvimos a intercambiar y lo abrí yo. Idem, solo que esta vez si pillamos las chapas y no fue necesario usar más que un número del rack.
El sexto y séptimo largo eran los finales. Sabíamos que el sexto no era difícil, pero sÍ habíamos leído que el último era muy expuesto. No había duda quien lo abriría. Diego era el hombre capacitado para abrir un largo descrito así, y sin dudas se lo merecía, después de todo, si no hubiese sido por sus frecuentes invitaciones a intentarlo, quizá nunca me hubiese animado a siquiera investigarlo.
Respecto al sexto largo, si bien tenía un poco más de pendiente que los previos, no era realmente más difícil, ya que también habían chapas y dentro de todo, la roca no estaba tan descompuesta como hubiésemos esperado. Este largo, nos dejaba en la arista que separa la cumbre principal Sur de la cumbre Norte. El lugar de reunión era cómodo y nos permitió ordenarnos un poco antes de la subida final.
Efectivamente el largo final se veía bastante más expuesto y vertiginoso que todo lo previo, sin embargo, dentro de todo se apreciaba estable y técnicamente sencillo. Abajo, una potente reunión de 3 chapas nos permitía asegurar a Diego, quien en pocos pasos, logró superar los primeros 6 metros más verticales y dónde efectivamente no había mucho que proteger. Acá el gran crux no era la escalada en sí, si no que evitar desprender bloques que pudiesen caernos a nosotros abajo. Tras 20 metros de cuerda, Diego ya estaba gritando en la cumbre y armando reunión para asegurar nuestra ascensión para luego reunirnos los tres y darnos nuestro abrazo cumbrero. El primero de escalada en roca tanto para Nico como para mí, uno más para la colección de mi amigo. Desde arriba y con el clima que nos regalaba un cielo despejado en su totalidad, teníamos todas las cumbre a nuestro alrededor que nuestra vista pudiese alcanzar; Tronador, Puntiagudo, Osorno, Calbuco, Casablanca, Sarnoso, Lanín, Villarrica, Mocho Choshuenco y muchos más que quien sabe cómo se llamarán.
FOTO CUMBRE
DESCENSO
Tras una hora de pic-nic en la cumbre y de disfrutar el paisaje, armamos el primer rapel para emprender nuestro retorno. Este bajaba por la zona más vertical y la más obvia desde donde está la reunión, evitando la escalada delicada del último largo. El resto baja exactamente por la misma ruta de subida. Tuvimos que hacer 5 rapeles, dado que la distribución de reuniones hacía que nuestras cuerdas dobles (60 metros) quedasen muy cortas o muy largas, al menos si deseábamos rapelar de las reuniones y no de las chapas intermedias.
Finalmente estuvimos a pie de vía tras poco más de 2 horas rapelando. Aún era relativamente temprano, e inevitablemente prendió la chispa de cruzar a Chile ese mismo día. Corrimos cerro abajo, desarmamos nuestro campamento más rápido que nunca y a las 18:30 estábamos ya tirando las mochilas al auto y subiéndonos sin siquiera darnos un respiro. Cerraban la frontera a las 19:00 y teníamos un trayecto aún de 30 minutos en vehículo hasta allí. A las 18:57 entramos a la aduana y ya pudiendo respirar un poco, nos fuimos a hacer los trámites de ingreso al país. Nadie nos preguntó absolutamente nada sobre donde habíamos estado y pasamos a Chile sin ningún inconveniente, más que el agotamiento obvio de la gran jornada, aunque regocijados con nuestro éxito y con hambre de más aventuras. Este era solo el reconocimiento de una ruta a la cual volveríamos… con skies, estacas y piolets.
LARGOS
- Largo 1 y 2: Muy fáciles, se pueden escalar en simultaneo o libre. ±80 metros entre ambos. Reuniones y chapas intermedias.
- Largo 3: ±35 metros. 2 chapas intermedias.
- Largo 4: ±40 metros. 3 chapas intermedias
- Largo 5: ±40 metros. 4 chapas intermedias
- Largo 6: ±30 metros. 2 chapas intermedias
- Largo 7: ±23 metros. 1 chapas intermedia
CONSIDERACIONES
- De subida, desde el tercer largo hasta el sexto, siempre se sigue por el canalón central. Las chapas estarán siempre por la derecha del canalón, mirando en dirección hacia arriba.
- Se pueden optimizar los largos y hacer menos pero más extendidos, usando reuniones de una chapa + cordín o rack.
- La cumbre es amplia y estable. Cabe un pelotón allí arriba.
- La cantidad de chapas descritas puede no ser exacta dado que algunas no son fácilmente visibles. Las descritas, son las que contamos nosotros. Luego del trabajo de re-chapado hace algunos años, quedo un desorden no menor en las chapas, ya que las antiguas no se retiraron, y es por eso que los rapeles quedan con largos extraños.
- Se pueden optimizar los rapeles, si en vez de usar exclusivamente de las reuniones, se usan como descuelgue las chapas intermedias. En dicho caso, dado que muchas son antiguas y oxidadas, es recomendable abandonar algún cordín de back-up.
RESUMEN TRAYECTO
Dificultad: Escalada 5.7 / Técnica y físicamente fácil. Exposición moderada (principalmente por caída de material).
Crux: Manejo de la caída de material; muchas rocas sueltas.
Apreciación personal: con un adecuado manejo de la cuerda y la escalada, hay buenos agarres. La roca es considerablemente menos podrida que otros cerros como el Sarnoso.
Equipamiento ruta: 7 largos cortos. Reuniones y chapas intermedias.
Agua (marzo 2023): No disponible.
Distancia CB → pie de vía: 600 metros / 180 metros desnivel.
Distancia pie vía → cumbre: 200 metros desnivel.
Tiempo:
- CB → Base: 30 minutos
- Base → Cumbre: 3 horas
- Cumbre → Base: 2:15 horas
- CB → Auto: 1:30 horas (rápid0)
FIN
2 comentarios
Leyendo tu relato me paso lo mismo, a principio de Marzo hice el trekking hacia el lago Constancia, después de la mala cara del funcionario de PDI, el cual llamo a su superior y nos comento lo mismo que a tí, multas y blablabla, decidimos ir a Villa La Angostura a “almorzar”, teniendo los mismos problemas mecánicos y quedar varado en el hito, el cual, al regreso se soluciono por arte de magia.
Tremendo relato Camilo, un abrazo!
Una lástima todas esas burocracias sin sentido. Hasta hace unos años no era así de complejo en este paso. Hay otros como el de Los Libertadores que es mucho más sencillo este mismo trámite.
Saludos!